Al Honorable Sr. Rector
de la Universidad de Buenos Aires
Dr. Rubén Hallú
y al Honorable Consejo Superior:
Los abajo firmantes, padres, familiares, profesores y alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires, y miembros de la comunidad en general, interesados en la educación pública, respetuosamente nos dirigimos a Uds., preocupados por el destino del campo de deportes del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Considerando:
- Que el campo es un bien de la educación pública argentina. Le pertenece a la Universidad por haber sido donado hace casi un siglo, por un ex alumno del CNBA con la expresa finalidad de ser usado para educación física. Sus derechos para el Colegio y la Universidad están refrendados por tres leyes nacionales;
- Que están en marcha negociaciones y proyectos que ponen en peligro su integridad y aptitud para campo de deportes -en beneficio de intereses edilicios y comerciales que nada tienen que ver con el uso educativo de ese predio- tales como re-zonificación del predio, construcción de una playa de estacionamiento y apertura de una calle que parte al campo por el medio y lo desintegra;
- Que existe un juicio pendiente de la Universidad contra la Corporación Puerto Madero para despejar la cuestión de dominio;
Los abajo firmantes peticionamos:
- Que la Universidad conserve íntegramente, para uso exclusivamente educativo, este terreno;
- Que no dé su consenso o apoyo a ninguna maniobra de re-zonificación, apertura injustificada de una calle u otra semejante, que sólo beneficiarían a los intereses inmobiliarios de la zona pero que lesionarían el valor patrimonial del predio;
- Que active el proceso legal que se lleva a cabo actualmente entre la Universidad y la Corporación Puerto Madero Sociedad Anónima antes de que se produzca la caducidad de instancia (que sería inminente a la luz de la información con la que se cuenta), con la seria lesión que tal caducidad puede suponer para el patrimonio de la Universidad;
- Que continúe dicho juicio, con los mejores medios a su alcance, de modo de llevarlo a su mejor culminación para consolidar los títulos de propiedad sobre el campo de deportes a favor de la Universidad Pública;
- Que acceda al pedido de audiencia realizado por el Centro de Estudiantes el lunes 2 de febrero de 2009 cuando se conocieron a través de la prensa las noticias sobre los planes antes mencionados.
Entendemos que una de las altas funciones del Honorable Rectorado y Consejo Superior es custodiar el patrimonio de la educación pública argentina que le ha sido confiado, para su aprovechamiento por las actuales y futuras generaciones. En función de eso es que nos dirigimos al Señor Rector y al Consejo Superior con esta urgente solicitud, saludándolos con nuestra mayor consideración.
Si estás de acuerdo y querés añadir tu firma mandá un mail con tu nombre y dni a Lara Urbaitel(laramicol94@hotmail.com). Aclaren si son padres, docentes, estudiantes (aclaren año y division), ex-alumnos (aclaren promocion), no docentes o simplemente defensores de la educación pública.
Por favor difundan a toda la gente que pueda estar interesada.
domingo, 12 de abril de 2009
Comunicado a la comunidad educativa.
1- Historia.
El campo fue donado al colegio por un ex alumno por medio de un decreto en el año 1905, ya que hacia tiempo que el Colegio venia pidiendo un predio deportivo CERCA del edificio de Bolivar, pero no podía pagar el precio de un terreno en pleno centro. En 1914, otro decreto-ley confirmó esta cesión de terrenos. Posteriormente, se eleva el estatus de la donación y se sanciona la ley 9.685, de septiembre de 1915, que establece el destino del campo: "Art. 1º Destínase para plaza de ejercicios físicos del Colegio Nacional de Buenos Aires, la fracción de tierra fiscal que actualmente ocupa..."
Luego de que nuestro colegio se incorporara a la esfera de la UBA como dependencia universitaria (recordemos que el colegio, al no ser unidad académica, no puede poseer propiedades), otras dos leyes ratifican nuestro derecho (en cuanto a lo legal) a poseer el campo: la nº 12.249, de 1935, que declara de propiedad de la UBA todos los terrenos y edificios fiscales que en ese momento ocupaban sus dependencias, y la nº 20.654, de 1974, que dispone que son propiedad de la UBA "...los bienes de cualquier naturaleza que actualmente le pertenecen", confirmando la ley anterior.
Aunque la UBA tuviera tres leyes respaldando su derecho a poseer lo títulos de propiedad de los terrenos, la Universidad nunca completó los trámites legales necesarios para consolidar los títulos.
2- CAPM SA
El 15 de noviembre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem, firmó el decreto1279/89, mediante el cual se dio origen a la Corporación Antiguo Puerto Madero (CAPM SA), una sociedad anónima cuya gestión se repartió equitativamente entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos aires, más una sociedad empresarial. Los terrenos cedidos por decreto se transformaron en propiedad de la corporación, que se encargaría de confeccionar un Plan Maestro de urbanización a seguir para el reciclaje de la zona.
Vale aclarar que en distintas oportunidades los puestos del Directorio de CAPM SA fueron ocupados por distintos ex-alumnos del CNBA, incluyendo la presidencia en al menos dos períodos.
3- El "Master Plan" de Puerto Madero.
En primera instancia, la Corporación refaccionó los viejos depósitos del lado Oeste de los diques, y luego de prometer una restauración similar del lado Este, con construcciones bajas al estilo de las originales; cedió a los intereses privados y confeccionó un plan maestro en donde se proyectaban edificios de baja altura frente a los diques, parques en la zona de la Av. Costanera y una serie de rascacielos sobre las cuatro avenidas que cruzaban los puentes de acceso. Las distintas presiones y arreglos entre sus funcionarios y las empresas constructoras provocaron una gran "flexibilidad" en el cumplimiento del plan, a merced de las fluctuaciones financieras de las últimas dos décadas. La promesa de amplios espacios públicos de acceso libre fue cumplida a medias, ya que la superficie del proyecto original destinada a dicho objetivo no fue acatada en lo más mínimo.
También es sabido que reiterados incendios (algunos de ellos comprobados como intencionales) responderían a los crecientes intereses de los emprendimientos privados en utilizar los amplios terrenos de la Reserva Ecológica para una nueva sección del barrio.
El Anexo I del decreto 1279/89 establece “Que dicha sociedad tendría por objeto la confección de un plan maestro de desarrollo urbano, el estudio de la infraestructura urbana a incorporar y la promoción de inversiones en el área, la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona de las obras necesarias para convertirla en un polo de desarrollo urbano basado en una genuina inversión, con participación de capitales nacionales y extranjeros, como asimismo la venta y/o locación de las tierras pertenecientes al área en cuestión, con el indudable beneficio fiscal que este representa.”
En cuanto al terreno ocupado por el Campo de deportes, su ubicación representa una de las zonas más deseadas para el emplazamiento de edificios de gran altura por su ubicación estratégica a pocas cuadras del pleno centro financiero de la ciudad. Como fue explicado anteriormente, las parcelas que dan a las avenidas de acceso fueron destinatarias de un valor de FOT de 6. El Factor de Ocupación Total es el número que determina la altura máxima en que se puede construir para arriba, en relación a la superficie horizontal del terreno. Eso quiere decir que, según el Master Plan de la Corporación, en la manzana sobre la que se encuentra la cancha de rugby y fútbol de nuestro campo se puede construir en altura lo equivalente a 6 veces su superficie. El actualmente destinado a canchas de fútbol y atletismo tendría un bajo valor de FOT, y por lo tanto de valor mucho menor al otro.
4-El juicio:
En 1999 la Universidad de Buenos Aires inicia una demanda contra la Corporación Puerto Madero con el fin de obtener:
1) La nulidad del decreto de Menem que le transfiere la propiedad del campo de deportes a CAPMSA y
2) la inscripción en el registro de la propiedad inmueble de los títulos sobre el campo a favor de la UBA.
Luego, el 16 de junio del 99, el juez dicta la Medida de “No Innovar”, que dispone que “la Corporación Puerto Madero deberá abstenerse de llevar a cabo toda clase de conductas que impliquen la turbación de la posesión de la UBA sobre el predio en cuestión”
Hoy día ya se cumplieron todas las etapas judiciales correspondientes y lo único que falta es que la UBA pida sentencia.
• En el Código Procesal de la Nación se establece para todo proceso judicial que si éste no es impulsado por el lapso de 6 meses, el expediente de ese juicio puede terminar por inacción y se produce la caducidad del mismo.
Durante el desarrollo del juicio, han habido varios acuerdos entre la UBA y CAPMSA para suspender las acciones legales y para congelar a su vez los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal de la Nación; medida que suponemos ha sido utilizada para estimular las negociaciones entre ambas partes. Las negociaciones han llegado a varios acuerdos en distintos años, y todos han tenido que ser abandonados gracias a la acción conjunta de la comunidad educativa del colegio, que siempre se opuso a todo tipo de venta del campo de deportes, cualquiera sea la forma en que se presente. En el marco de una de estas suspensiones se ha intentado llevar a cabo el “Acuerdo Tripartito” del año 2006 (entre CAPMSA, la UBA y la Armada), que implicaba la venta de las parcelas correspondientes a las canchas de fútbol y rugby, el pedazo más grande del campo, a cambio de una escasa retribución económica y de reubicarnos en una zona que es inundable.
Actualmente, el juicio continúa y no existe un acuerdo para la suspensión de los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal, pero el problema es que desde el 29 de octubre del 2008 la Universidad no ha hecho nada para llegar a la sentencia, ya que es lo único que falta para terminarlo. No ha hecho nada para ganar el juicio, ni siquiera para evitar que el juicio se caiga.
El tiempo corre, y si antes de fines de mayo la UBA no activa el expediente, todo lo que se hizo en estos 10 años se pierde, perdiendo así todo tipo de derecho (en cuanto a lo legal) sobre el terreno.
¡Defendamos nuestro campo de deportes y la integridad de la educación pública!
A la comunidad educativa:
Hace aproximadamente dos semanas, debido a una nota del diario Perfil, nos hemos enterado que nuestro campo de deportes es nuevamente objetivo de la Corporación Antiguo Puerto Madero Sociedad Anónima, ya que es uno de los últimos terrenos en la zona donde se puede construir torres. Brevemente pasamos a contarles los hechos, para luego comunicar las posturas que tomamos en asamblea.
Como ya pasó en el 2006, las negociaciones se realizaron a espaldas de la comunidad educativa y mientras los alumnos estaban de vacaciones; ¡nos enteramos a través de un diario! Aparentemente, se está negociando la re-zonificación (que define en qué zonas se puede construir en altura y cuánto) de nuestros terrenos y otros linderos pertenecientes a la Corporación, y la posible apertura de una calle a través del campo (extensión de Trinidad Guevara).
El Rector Hallú le ha declarado a la Asociación Cooperadora que no hará nada sin el consenso de la comunidad educativa. Sin embargo, todavía no hemos conseguido ningún comunicado oficial sobre el tema, ni hemos recibido respuesta del Consejo Superior de la UBA, de Hallú y del Secretario General Más Vélez. Por lo tanto, lo primordial es que se clarifique la situación. Debemos exigirles a las autoridades de la UBA que no negocien a nuestras espaldas con lo que es nuestro. Toda la comunidad educativa tiene que estar enterada y de acuerdo para poder salir adelante y defender lo que le corresponde. Mientras exigimos información, debemos oponernos firmemente a todo tipo de entrega del campo deportes, y a cualquier factor que afecte su integridad, puesto que se trata de un patrimonio público del que nos beneficiamos todos los días.
El estado de situación de nuestro campo en cuanto a lo legal es el siguiente: es un bien del Colegio desde 1914 y su uso por parte de la UBA está consagrado por tres leyes. Sin embargo, con la creación de la Corporación en 1989, por medio de un decreto inconstitucional del entonces Presidente Menem, se le otorgó a CAPMSA la facultad de disponer para su comercialización de todos los inmuebles comprendidos en la zona, incluido nuestro campo de deportes. Desde aquel momento, la UBA inició un juicio pidiendo la nulidad de las facultades de la Corporación sobre nuestro terreno. Así, la Universidad y CAPMSA están en litigio por los derechos de propiedad del predio.
Pero la UBA suspendió el juicio en 2006 para arreglar con CAPMSA por fuera de la Justicia: en esta ocasión se firmó un preacuerdo para la venta del campo, que sólo fue detenida con la acción conjunta de la comunidad educativa. En tres años, y a pesar de que cuenta con tres leyes que la respaldan con las que fácilmente ganaría el proceso, la UBA no ha reiniciado el juicio.
Hoy día las estrategias que usa la Corporación para sacar provecho de la situación de nuestras tierras, o apropiarse de ellas, son otras. Según tenemos entendido, la oferta de negociación de CAPMSA consiste en entregarle a la UBA los títulos de propiedad sobre el campo y una “compensación económica” de 1 millón de pesos. Todo esto es a cambio de que la Universidad avale y apoye ante la Legislatura porteña un proyecto de re-zonificación del área que la Corporación ya está impulsando.
Aparentemente, CAPMSA necesita del acuerdo con la UBA para facilitar en la Legislatura la aprobación del proyecto que le permitiría hacer multimillonarios negocios. Hoy día la Corporación posee terrenos de una manzana del barrio, en donde también está asentado una parte de nuestro campo. Esa manzana tiene límites para la construcción en altura, por lo que el precio de la propiedad se reduce drásticamente. Si la Corporación logra acordar con la UBA, podrá revertir esta situación que le impide construir en los terrenos que posee en dicha manzana, y satisfacer los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios.
No se nos tienen que escapar del contexto de esta negociación sus actores principales. No es nuevo que las autoridades de la UBA, en lugar de exigirle presupuesto al Estado, recurran a negociados con distintas empresas, realicen diversas maniobras de autofinanciamiento, y pongan a disposición de intereses privados parte del patrimonio público, todo lo cual redunda en la privatización y degradación fragmentada de la educación. Tampoco resulta sorprendente que el Gobierno de la Ciudad, encabezado por Macri, quiera privatizar un bien público (recordemos que en la Corporación participan el gobierno de la Ciudad y el de la Nación). Y todo esto, en un contexto de asfixia presupuestaria para la educación cuyo principal responsable es el Gobierno Nacional.
Por otro lado, puertas adentro, la Rectora del Colegio nos expuso su “contraoferta”: aceptar el cambio de zonificación propuesto por la Corporación y pedir que exista una legislación que no permita la construcción de la calle. También, además de los títulos, solicitar un gimnasio con subsuelos para estacionamientos (para generar recursos propios) y aumentar la suma de dinero ofrecida por la Corporación como “compensación económica”.
Nuestras dudas acerca de la justificación y la transparencia de dicha “compensación económica” son varias: ¿por qué ofrecen 1 millón de pesos a la UBA por trámites legales y resoluciones políticas de las que debe encargarse la legislatura porteña? ¿Se trata de comprar el “silencio” de la comunidad educativa, para que el proyecto de re-zonificación pueda pasar desapercibido? ¿Se trata de comprar la influencia política que la Universidad podría tener en la Legislatura? Además, cabe destacar que el colegio no tiene ningún tipo de control sobre el destino que tendrán esos fondos, ni siquiera puede asegurarse de que ingresen al circuito de la educación pública.
La explicación de las autoridades señala de que esos fondos nos lo darían para “compensar la pérdida de valor del terreno” por el cambio de zonificación (bajaría el precio inmobiliario del mismo), se justifica por el entusiasmo que poseen por aumentar la cifra de dicha “compensación” a un monto mucho más meritorio; y apunta a validar una concepción mercantil sobre los bienes de la educación pública.
Para nosotros no hay “compensación” ni monto que sea válido, no nos interesa el valor inmobiliario del campo, concebimos al terreno en términos educativos, y no en términos comerciales. Si las autoridades y el Rectorado realmente quieren demostrar que no quieren vender el campo, que quieren mantener su integridad, y que no quieren negociar la educación pública, deberían acompañarnos en esta postura.
Pero, más importante aún, no debemos perder de vista el problema de la calle. Según nos informamos, el pedido de autorización para construir la calle está en la Jefatura de Gobierno desde octubre del año pasado. Esta calle está en el Plan Maestro de la Corporación. Sin embargo, a simple vista podemos darnos cuenta que no existe la necesidad urbanística de prolongar esa calle; simplemente, le daría más entradas a las torres, y dejaría a lo que quedase de nuestro campo más vulnerable a cualquier intento de venta. ¿Y el costo? La prolongación de Trinidad Guevara dejaría a nuestro campo completamente inutilizable, con las canchas partidas a la mitad, además del riesgo que supone el hecho de que circulen autos por la mitad del campo, poniendo en riesgo nuestra seguridad.
Por todo esto, en las asambleas realizadas, nos pronunciamos en contra de la negociación de cualquier parte de nuestro colegio, incluido nuestro campo. Decidimos también solicitar una reunión con las autoridades de la UBA; pero pasó el tiempo y hasta el momento no hemos obtenido respuesta.
Nos hemos pronunciado firmemente en contra de la política de asfixia presupuestaria y auto-financiamiento, reconociendo que las falencias del presupuesto educativo deben ser cubiertas por el aumento del mismo, de parte del gobierno nacional. Rechazaremos cualquier arreglo que implique la pérdida de nuestro patrimonio, sin importar qué “compensación económica” efímera y ridícula se nos ofrezca a cambio. La propuesta de González Gass sigue siendo un intento de negociar lo innegociable.
Exigiremos también que la UBA reinicie el juicio, de la mano de las variadas herramientas legales que lo favorecen, e inste a la Justicia a pronunciarse por la educación pública. No vemos por qué poseyendo la legitimidad e incluso la legalidad a nuestro favor, la UBA se prestaría a la complicidad con la Corporación Puerto Madero para respaldar a esta última en negociados que en nada benefician a la Universidad y que son ajenos a las tareas de la educación pública. No creemos correcto incursionar en negociaciones sobre los títulos de propiedad del campo cuando es claro que éstos nos corresponden en todos los sentidos.
Por otro lado, estaremos realizando un festival y abrazo al campo próximamente (posiblemente los sábados 21 y 28), como medida simbólica de protesta. Los invitamos (ya les confirmaremos horario debidamente) a disfrutar de música y de otros espectáculos, mientras reafirmamos nuestro derecho sobre el campo.
Invitamos a toda la comunidad educativa a seguir debatiendo este tema, continuar en la búsqueda de información, y comenzar a articular a todos los sectores en pos de la defensa del campo de deportes. Contamos con su ayuda y su compromiso en la defensa de la educación pública.
Para unirse a la comisión que estamos creando al respecto, enviar un mail a todosporelcampo-subscribe@googlegroups.com
C.E.N.B.A.
Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires
El campo fue donado al colegio por un ex alumno por medio de un decreto en el año 1905, ya que hacia tiempo que el Colegio venia pidiendo un predio deportivo CERCA del edificio de Bolivar, pero no podía pagar el precio de un terreno en pleno centro. En 1914, otro decreto-ley confirmó esta cesión de terrenos. Posteriormente, se eleva el estatus de la donación y se sanciona la ley 9.685, de septiembre de 1915, que establece el destino del campo: "Art. 1º Destínase para plaza de ejercicios físicos del Colegio Nacional de Buenos Aires, la fracción de tierra fiscal que actualmente ocupa..."
Luego de que nuestro colegio se incorporara a la esfera de la UBA como dependencia universitaria (recordemos que el colegio, al no ser unidad académica, no puede poseer propiedades), otras dos leyes ratifican nuestro derecho (en cuanto a lo legal) a poseer el campo: la nº 12.249, de 1935, que declara de propiedad de la UBA todos los terrenos y edificios fiscales que en ese momento ocupaban sus dependencias, y la nº 20.654, de 1974, que dispone que son propiedad de la UBA "...los bienes de cualquier naturaleza que actualmente le pertenecen", confirmando la ley anterior.
Aunque la UBA tuviera tres leyes respaldando su derecho a poseer lo títulos de propiedad de los terrenos, la Universidad nunca completó los trámites legales necesarios para consolidar los títulos.
2- CAPM SA
El 15 de noviembre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem, firmó el decreto1279/89, mediante el cual se dio origen a la Corporación Antiguo Puerto Madero (CAPM SA), una sociedad anónima cuya gestión se repartió equitativamente entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos aires, más una sociedad empresarial. Los terrenos cedidos por decreto se transformaron en propiedad de la corporación, que se encargaría de confeccionar un Plan Maestro de urbanización a seguir para el reciclaje de la zona.
Vale aclarar que en distintas oportunidades los puestos del Directorio de CAPM SA fueron ocupados por distintos ex-alumnos del CNBA, incluyendo la presidencia en al menos dos períodos.
3- El "Master Plan" de Puerto Madero.
En primera instancia, la Corporación refaccionó los viejos depósitos del lado Oeste de los diques, y luego de prometer una restauración similar del lado Este, con construcciones bajas al estilo de las originales; cedió a los intereses privados y confeccionó un plan maestro en donde se proyectaban edificios de baja altura frente a los diques, parques en la zona de la Av. Costanera y una serie de rascacielos sobre las cuatro avenidas que cruzaban los puentes de acceso. Las distintas presiones y arreglos entre sus funcionarios y las empresas constructoras provocaron una gran "flexibilidad" en el cumplimiento del plan, a merced de las fluctuaciones financieras de las últimas dos décadas. La promesa de amplios espacios públicos de acceso libre fue cumplida a medias, ya que la superficie del proyecto original destinada a dicho objetivo no fue acatada en lo más mínimo.
También es sabido que reiterados incendios (algunos de ellos comprobados como intencionales) responderían a los crecientes intereses de los emprendimientos privados en utilizar los amplios terrenos de la Reserva Ecológica para una nueva sección del barrio.
El Anexo I del decreto 1279/89 establece “Que dicha sociedad tendría por objeto la confección de un plan maestro de desarrollo urbano, el estudio de la infraestructura urbana a incorporar y la promoción de inversiones en el área, la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona de las obras necesarias para convertirla en un polo de desarrollo urbano basado en una genuina inversión, con participación de capitales nacionales y extranjeros, como asimismo la venta y/o locación de las tierras pertenecientes al área en cuestión, con el indudable beneficio fiscal que este representa.”
En cuanto al terreno ocupado por el Campo de deportes, su ubicación representa una de las zonas más deseadas para el emplazamiento de edificios de gran altura por su ubicación estratégica a pocas cuadras del pleno centro financiero de la ciudad. Como fue explicado anteriormente, las parcelas que dan a las avenidas de acceso fueron destinatarias de un valor de FOT de 6. El Factor de Ocupación Total es el número que determina la altura máxima en que se puede construir para arriba, en relación a la superficie horizontal del terreno. Eso quiere decir que, según el Master Plan de la Corporación, en la manzana sobre la que se encuentra la cancha de rugby y fútbol de nuestro campo se puede construir en altura lo equivalente a 6 veces su superficie. El actualmente destinado a canchas de fútbol y atletismo tendría un bajo valor de FOT, y por lo tanto de valor mucho menor al otro.
4-El juicio:
En 1999 la Universidad de Buenos Aires inicia una demanda contra la Corporación Puerto Madero con el fin de obtener:
1) La nulidad del decreto de Menem que le transfiere la propiedad del campo de deportes a CAPMSA y
2) la inscripción en el registro de la propiedad inmueble de los títulos sobre el campo a favor de la UBA.
Luego, el 16 de junio del 99, el juez dicta la Medida de “No Innovar”, que dispone que “la Corporación Puerto Madero deberá abstenerse de llevar a cabo toda clase de conductas que impliquen la turbación de la posesión de la UBA sobre el predio en cuestión”
Hoy día ya se cumplieron todas las etapas judiciales correspondientes y lo único que falta es que la UBA pida sentencia.
• En el Código Procesal de la Nación se establece para todo proceso judicial que si éste no es impulsado por el lapso de 6 meses, el expediente de ese juicio puede terminar por inacción y se produce la caducidad del mismo.
Durante el desarrollo del juicio, han habido varios acuerdos entre la UBA y CAPMSA para suspender las acciones legales y para congelar a su vez los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal de la Nación; medida que suponemos ha sido utilizada para estimular las negociaciones entre ambas partes. Las negociaciones han llegado a varios acuerdos en distintos años, y todos han tenido que ser abandonados gracias a la acción conjunta de la comunidad educativa del colegio, que siempre se opuso a todo tipo de venta del campo de deportes, cualquiera sea la forma en que se presente. En el marco de una de estas suspensiones se ha intentado llevar a cabo el “Acuerdo Tripartito” del año 2006 (entre CAPMSA, la UBA y la Armada), que implicaba la venta de las parcelas correspondientes a las canchas de fútbol y rugby, el pedazo más grande del campo, a cambio de una escasa retribución económica y de reubicarnos en una zona que es inundable.
Actualmente, el juicio continúa y no existe un acuerdo para la suspensión de los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal, pero el problema es que desde el 29 de octubre del 2008 la Universidad no ha hecho nada para llegar a la sentencia, ya que es lo único que falta para terminarlo. No ha hecho nada para ganar el juicio, ni siquiera para evitar que el juicio se caiga.
El tiempo corre, y si antes de fines de mayo la UBA no activa el expediente, todo lo que se hizo en estos 10 años se pierde, perdiendo así todo tipo de derecho (en cuanto a lo legal) sobre el terreno.
¡Defendamos nuestro campo de deportes y la integridad de la educación pública!
A la comunidad educativa:
Hace aproximadamente dos semanas, debido a una nota del diario Perfil, nos hemos enterado que nuestro campo de deportes es nuevamente objetivo de la Corporación Antiguo Puerto Madero Sociedad Anónima, ya que es uno de los últimos terrenos en la zona donde se puede construir torres. Brevemente pasamos a contarles los hechos, para luego comunicar las posturas que tomamos en asamblea.
Como ya pasó en el 2006, las negociaciones se realizaron a espaldas de la comunidad educativa y mientras los alumnos estaban de vacaciones; ¡nos enteramos a través de un diario! Aparentemente, se está negociando la re-zonificación (que define en qué zonas se puede construir en altura y cuánto) de nuestros terrenos y otros linderos pertenecientes a la Corporación, y la posible apertura de una calle a través del campo (extensión de Trinidad Guevara).
El Rector Hallú le ha declarado a la Asociación Cooperadora que no hará nada sin el consenso de la comunidad educativa. Sin embargo, todavía no hemos conseguido ningún comunicado oficial sobre el tema, ni hemos recibido respuesta del Consejo Superior de la UBA, de Hallú y del Secretario General Más Vélez. Por lo tanto, lo primordial es que se clarifique la situación. Debemos exigirles a las autoridades de la UBA que no negocien a nuestras espaldas con lo que es nuestro. Toda la comunidad educativa tiene que estar enterada y de acuerdo para poder salir adelante y defender lo que le corresponde. Mientras exigimos información, debemos oponernos firmemente a todo tipo de entrega del campo deportes, y a cualquier factor que afecte su integridad, puesto que se trata de un patrimonio público del que nos beneficiamos todos los días.
El estado de situación de nuestro campo en cuanto a lo legal es el siguiente: es un bien del Colegio desde 1914 y su uso por parte de la UBA está consagrado por tres leyes. Sin embargo, con la creación de la Corporación en 1989, por medio de un decreto inconstitucional del entonces Presidente Menem, se le otorgó a CAPMSA la facultad de disponer para su comercialización de todos los inmuebles comprendidos en la zona, incluido nuestro campo de deportes. Desde aquel momento, la UBA inició un juicio pidiendo la nulidad de las facultades de la Corporación sobre nuestro terreno. Así, la Universidad y CAPMSA están en litigio por los derechos de propiedad del predio.
Pero la UBA suspendió el juicio en 2006 para arreglar con CAPMSA por fuera de la Justicia: en esta ocasión se firmó un preacuerdo para la venta del campo, que sólo fue detenida con la acción conjunta de la comunidad educativa. En tres años, y a pesar de que cuenta con tres leyes que la respaldan con las que fácilmente ganaría el proceso, la UBA no ha reiniciado el juicio.
Hoy día las estrategias que usa la Corporación para sacar provecho de la situación de nuestras tierras, o apropiarse de ellas, son otras. Según tenemos entendido, la oferta de negociación de CAPMSA consiste en entregarle a la UBA los títulos de propiedad sobre el campo y una “compensación económica” de 1 millón de pesos. Todo esto es a cambio de que la Universidad avale y apoye ante la Legislatura porteña un proyecto de re-zonificación del área que la Corporación ya está impulsando.
Aparentemente, CAPMSA necesita del acuerdo con la UBA para facilitar en la Legislatura la aprobación del proyecto que le permitiría hacer multimillonarios negocios. Hoy día la Corporación posee terrenos de una manzana del barrio, en donde también está asentado una parte de nuestro campo. Esa manzana tiene límites para la construcción en altura, por lo que el precio de la propiedad se reduce drásticamente. Si la Corporación logra acordar con la UBA, podrá revertir esta situación que le impide construir en los terrenos que posee en dicha manzana, y satisfacer los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios.
No se nos tienen que escapar del contexto de esta negociación sus actores principales. No es nuevo que las autoridades de la UBA, en lugar de exigirle presupuesto al Estado, recurran a negociados con distintas empresas, realicen diversas maniobras de autofinanciamiento, y pongan a disposición de intereses privados parte del patrimonio público, todo lo cual redunda en la privatización y degradación fragmentada de la educación. Tampoco resulta sorprendente que el Gobierno de la Ciudad, encabezado por Macri, quiera privatizar un bien público (recordemos que en la Corporación participan el gobierno de la Ciudad y el de la Nación). Y todo esto, en un contexto de asfixia presupuestaria para la educación cuyo principal responsable es el Gobierno Nacional.
Por otro lado, puertas adentro, la Rectora del Colegio nos expuso su “contraoferta”: aceptar el cambio de zonificación propuesto por la Corporación y pedir que exista una legislación que no permita la construcción de la calle. También, además de los títulos, solicitar un gimnasio con subsuelos para estacionamientos (para generar recursos propios) y aumentar la suma de dinero ofrecida por la Corporación como “compensación económica”.
Nuestras dudas acerca de la justificación y la transparencia de dicha “compensación económica” son varias: ¿por qué ofrecen 1 millón de pesos a la UBA por trámites legales y resoluciones políticas de las que debe encargarse la legislatura porteña? ¿Se trata de comprar el “silencio” de la comunidad educativa, para que el proyecto de re-zonificación pueda pasar desapercibido? ¿Se trata de comprar la influencia política que la Universidad podría tener en la Legislatura? Además, cabe destacar que el colegio no tiene ningún tipo de control sobre el destino que tendrán esos fondos, ni siquiera puede asegurarse de que ingresen al circuito de la educación pública.
La explicación de las autoridades señala de que esos fondos nos lo darían para “compensar la pérdida de valor del terreno” por el cambio de zonificación (bajaría el precio inmobiliario del mismo), se justifica por el entusiasmo que poseen por aumentar la cifra de dicha “compensación” a un monto mucho más meritorio; y apunta a validar una concepción mercantil sobre los bienes de la educación pública.
Para nosotros no hay “compensación” ni monto que sea válido, no nos interesa el valor inmobiliario del campo, concebimos al terreno en términos educativos, y no en términos comerciales. Si las autoridades y el Rectorado realmente quieren demostrar que no quieren vender el campo, que quieren mantener su integridad, y que no quieren negociar la educación pública, deberían acompañarnos en esta postura.
Pero, más importante aún, no debemos perder de vista el problema de la calle. Según nos informamos, el pedido de autorización para construir la calle está en la Jefatura de Gobierno desde octubre del año pasado. Esta calle está en el Plan Maestro de la Corporación. Sin embargo, a simple vista podemos darnos cuenta que no existe la necesidad urbanística de prolongar esa calle; simplemente, le daría más entradas a las torres, y dejaría a lo que quedase de nuestro campo más vulnerable a cualquier intento de venta. ¿Y el costo? La prolongación de Trinidad Guevara dejaría a nuestro campo completamente inutilizable, con las canchas partidas a la mitad, además del riesgo que supone el hecho de que circulen autos por la mitad del campo, poniendo en riesgo nuestra seguridad.
Por todo esto, en las asambleas realizadas, nos pronunciamos en contra de la negociación de cualquier parte de nuestro colegio, incluido nuestro campo. Decidimos también solicitar una reunión con las autoridades de la UBA; pero pasó el tiempo y hasta el momento no hemos obtenido respuesta.
Nos hemos pronunciado firmemente en contra de la política de asfixia presupuestaria y auto-financiamiento, reconociendo que las falencias del presupuesto educativo deben ser cubiertas por el aumento del mismo, de parte del gobierno nacional. Rechazaremos cualquier arreglo que implique la pérdida de nuestro patrimonio, sin importar qué “compensación económica” efímera y ridícula se nos ofrezca a cambio. La propuesta de González Gass sigue siendo un intento de negociar lo innegociable.
Exigiremos también que la UBA reinicie el juicio, de la mano de las variadas herramientas legales que lo favorecen, e inste a la Justicia a pronunciarse por la educación pública. No vemos por qué poseyendo la legitimidad e incluso la legalidad a nuestro favor, la UBA se prestaría a la complicidad con la Corporación Puerto Madero para respaldar a esta última en negociados que en nada benefician a la Universidad y que son ajenos a las tareas de la educación pública. No creemos correcto incursionar en negociaciones sobre los títulos de propiedad del campo cuando es claro que éstos nos corresponden en todos los sentidos.
Por otro lado, estaremos realizando un festival y abrazo al campo próximamente (posiblemente los sábados 21 y 28), como medida simbólica de protesta. Los invitamos (ya les confirmaremos horario debidamente) a disfrutar de música y de otros espectáculos, mientras reafirmamos nuestro derecho sobre el campo.
Invitamos a toda la comunidad educativa a seguir debatiendo este tema, continuar en la búsqueda de información, y comenzar a articular a todos los sectores en pos de la defensa del campo de deportes. Contamos con su ayuda y su compromiso en la defensa de la educación pública.
Para unirse a la comisión que estamos creando al respecto, enviar un mail a todosporelcampo-subscribe@googlegroups.com
C.E.N.B.A.
Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires
Cuadernillo de la comisión de investigación.
1- Historia.
El campo fue donado al colegio por un ex alumno por medio de un decreto en el año 1905, ya que hacia tiempo que el Colegio venia pidiendo un predio deportivo CERCA del edificio de Bolivar, pero no podía pagar el precio de un terreno en pleno centro. En 1914, otro decreto-ley confirmó esta cesión de terrenos. Posteriormente, se eleva el estatus de la donación y se sanciona la ley 9.685, de septiembre de 1915, que establece el destino del campo: "Art. 1º Destínase para plaza de ejercicios físicos del Colegio Nacional de Buenos Aires, la fracción de tierra fiscal que actualmente ocupa..."
Luego de que nuestro colegio se incorporara a la esfera de la UBA como dependencia universitaria (recordemos que el colegio, al no ser unidad académica, no puede poseer propiedades), otras dos leyes ratifican nuestro derecho (en cuanto a lo legal) a poseer el campo: la nº 12.249, de 1935, que declara de propiedad de la UBA todos los terrenos y edificios fiscales que en ese momento ocupaban sus dependencias, y la nº 20.654, de 1974, que dispone que son propiedad de la UBA "...los bienes de cualquier naturaleza que actualmente le pertenecen", confirmando la ley anterior.
Aunque la UBA tuviera tres leyes respaldando su derecho a poseer lo títulos de propiedad de los terrenos, la Universidad nunca completó los trámites legales necesarios para consolidar los títulos.
2- CAPM SA
El 15 de noviembre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem, firmó el decreto1279/89, mediante el cual se dio origen a la Corporación Antiguo Puerto Madero (CAPM SA), una sociedad anónima cuya gestión se repartió equitativamente entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos aires, más una sociedad empresarial. Los terrenos cedidos por decreto se transformaron en propiedad de la corporación, que se encargaría de confeccionar un Plan Maestro de urbanización a seguir para el reciclaje de la zona.
Vale aclarar que en distintas oportunidades los puestos del Directorio de CAPM SA fueron ocupados por distintos ex-alumnos del CNBA, incluyendo la presidencia en al menos dos períodos.
3- El "Master Plan" de Puerto Madero.
En primera instancia, la Corporación refaccionó los viejos depósitos del lado Oeste de los diques, y luego de prometer una restauración similar del lado Este, con construcciones bajas al estilo de las originales; cedió a los intereses privados y confeccionó un plan maestro en donde se proyectaban edificios de baja altura frente a los diques, parques en la zona de la Av. Costanera y una serie de rascacielos sobre las cuatro avenidas que cruzaban los puentes de acceso. Las distintas presiones y arreglos entre sus funcionarios y las empresas constructoras provocaron una gran "flexibilidad" en el cumplimiento del plan, a merced de las fluctuaciones financieras de las últimas dos décadas. La promesa de amplios espacios públicos de acceso libre fue cumplida a medias, ya que la superficie del proyecto original destinada a dicho objetivo no fue acatada en lo más mínimo.
También es sabido que reiterados incendios (algunos de ellos comprobados como intencionales) responderían a los crecientes intereses de los emprendimientos privados en utilizar los amplios terrenos de la Reserva Ecológica para una nueva sección del barrio.
El Anexo I del decreto 1279/89 establece “Que dicha sociedad tendría por objeto la confección de un plan maestro de desarrollo urbano, el estudio de la infraestructura urbana a incorporar y la promoción de inversiones en el área, la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona de las obras necesarias para convertirla en un polo de desarrollo urbano basado en una genuina inversión, con participación de capitales nacionales y extranjeros, como asimismo la venta y/o locación de las tierras pertenecientes al área en cuestión, con el indudable beneficio fiscal que este representa.”
En cuanto al terreno ocupado por el Campo de deportes, su ubicación representa una de las zonas más deseadas para el emplazamiento de edificios de gran altura por su ubicación estratégica a pocas cuadras del pleno centro financiero de la ciudad. Como fue explicado anteriormente, las parcelas que dan a las avenidas de acceso fueron destinatarias de un valor de FOT de 6. El Factor de Ocupación Total es el número que determina la altura máxima en que se puede construir para arriba, en relación a la superficie horizontal del terreno. Eso quiere decir que, según el Master Plan de la Corporación, en la manzana sobre la que se encuentra la cancha de rugby y fútbol de nuestro campo se puede construir en altura lo equivalente a 6 veces su superficie. El actualmente destinado a canchas de fútbol y atletismo tendría un bajo valor de FOT, y por lo tanto de valor mucho menor al otro.
4-El Juicio
En 1999 la Universidad de Buenos Aires inicia una demanda contra la Corporación Puerto Madero con el fin de obtener:
1) La nulidad del decreto de Menem que le transfiere la propiedad del campo de deportes a CAPMSA y
2) la inscripción en el registro de la propiedad inmueble de los títulos sobre el campo a favor de la UBA.
Luego, el 16 de junio del 99, el juez dicta la Medida de “No Innovar”, que dispone que “la Corporación Puerto Madero deberá abstenerse de llevar a cabo toda clase de conductas que impliquen la turbación de la posesión de la UBA sobre el predio en cuestión”
Hoy día ya se cumplieron todas las etapas judiciales correspondientes y lo único que falta es que la UBA pida sentencia.
• En el Código Procesal de la Nación se establece para todo proceso judicial que si éste no es impulsado por el lapso de 6 meses, el expediente de ese juicio puede terminar por inacción y se produce la caducidad del mismo.
Durante el desarrollo del juicio, han habido varios acuerdos entre la UBA y CAPMSA para suspender las acciones legales y para congelar a su vez los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal de la Nación; medida que suponemos ha sido utilizada para estimular las negociaciones entre ambas partes. Las negociaciones han llegado a varios acuerdos en distintos años, y todos han tenido que ser abandonados gracias a la acción conjunta de la comunidad educativa del colegio, que siempre se opuso a todo tipo de venta del campo de deportes, cualquiera sea la forma en que se presente. En el marco de una de estas suspensiones se ha intentado llevar a cabo el “Acuerdo Tripartito” del año 2006 (entre CAPMSA, la UBA y la Armada), que implicaba la venta de las parcelas correspondientes a las canchas de fútbol y rugby, el pedazo más grande del campo, a cambio de una escasa retribución económica y de reubicarnos en una zona que es inundable.
Actualmente, el juicio continúa y no existe un acuerdo para la suspensión de los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal, pero el problema es que desde el 29 de octubre del 2008 la Universidad no ha hecho nada para llegar a la sentencia, ya que es lo único que falta para terminarlo. No ha hecho nada para ganar el juicio, ni siquiera para evitar que el juicio se caiga.
El tiempo corre, y si antes de fines de mayo la UBA no activa el expediente, todo lo que se hizo en estos 10 años se pierde, perdiendo así todo tipo de derecho (en cuanto a lo legal) sobre el terreno.
5- Nuestro Campo y las Nuevas Negociaciones
Su posición en un barrio tan codiciado tienta, obviamente, a los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios. Y por lo tanto tienta a la Corporación Puerto Madero, que se ha encargado desde su creación de vender a distintas empresas privadas lo que le fue asignado para urbanizar como patrimonio público.
La actual oferta que la Corporación le plantea a la Universidad consiste en intercambiar la zonificación (que define en qué zonas se puede construir en altura y cuánto) de nuestros terrenos y otros linderos pertenecientes a la Corporación, y la posible apertura de una calle a través del campo (extensión de Trinidad Guevara).
Como ya hemos visto que a la Corporación le fue difícil intentar comprar parte de nuestros terrenos como si fuera fácil, hoy día las estrategias que usa para sacar provecho de la situación de nuestras tierras, o apropiarse de ellas, son otras. La oferta de negociación de CAPMSA consiste en entregarle a la UBA los títulos de propiedad sobre el campo y una “compensación económica” de 1 millón de pesos. Todo esto es a cambio de que la Universidad avale y apoye ante la Legislatura porteña un proyecto de re-zonificación del área que la Corporación ya está impulsando.
Aparentemente, CAPMSA necesita del acuerdo con la UBA para facilitar en la Legislatura la aprobación del proyecto que le permitiría hacer multimillonarios negocios. Hoy día la Corporación posee terrenos de una manzana del barrio, en donde también está asentado una parte de nuestro campo. Esa manzana tiene límites para la construcción en altura, por lo que el precio de la propiedad se reduce drásticamente. Si la Corporación logra acordar con la UBA, podrá revertir esta situación que le impide construir en los terrenos que posee en dicha manzana, y satisfacer los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios.
El proyecto prevé también la apertura de la calle Trinidad Guevara que desde el corrimiento del Campo de deportes en 1925 fue habilitada como callejón sin salida de acceso peatonal; atravesando entonces lo que actualmente son las dos canchas de handball.
Cuando nos enteramos de estas nuevas negociaciones, las autoridades del colegio nos comunicaron del siguiente proyecto frente a la oferta de CAPMSA: aceptar el cambio de zonificación propuesto por la Corporación y pedir que exista una legislación que no permita la construcción de la calle. También, además de los títulos, solicitar un gimnasio con subsuelos para estacionamientos (para generar recursos propios) y aumentar la suma de dinero ofrecida por la Corporación como “compensación económica”.
A continuación, reproducimos las posturas de algunas de las partes de la comunidad educativa, según fueron pedidas por escrito:
• Posición de la Comisión Directiva de la Asociación Docente:
1) Forma parte del patrimonio edilicio del CNBA aunque no tenga aún el título de propiedad definitivo
2) Comparte con el CENBA la voluntad de su defensa
3) Brega- y confía en el éxito final por su preservación TAL COMO ESTÁ, sin cambio alguno.
4) Confía en que la Corporación Puerto Madero no avanzará en sus designios privatizadores toda vez que en la misma se hallen ex-alumnos
5) No confiamos sino en nuestras propias fuerzas y por eso apoyamos toda iniciativa que se realice en su defensa patrimonial.
• Posición de la Asociación Cooperadora .Amadeo Jacques.
La Asociación Cooperadora Amadeo Jacques es la asociación de padres del CNBA, que ha colaborado con su mantenimiento y cumplimentado su tarea de vincular a la comunidad educativa del colegio, desde su creación hace 50 años.
Dentro de su estatuto, en su artículo 1ero se establece dentro de sus roles el propender a sostener el campo de deportes que el CNBA posee desde hace casi 100 años
Nuestra asociación ha mantenido históricamente la posición de defensa de los intereses del colegio, adhiriendo y promoviendo a numerosos actos en reconocimiento de la titularidad del dominio por parte de la UBA de los terrenos del campo de deportes. Por ello nunca adherimos a proyecto alguno de venta o de arreglo extrajudicial. Esperamos ansiosos el fallo de la justicia y sólo adheriremos a conciliaciones en sede judicial que impliquen el reconocimiento liso y llano sin ningún condicionamiento de la titularidad del dominio de la UBA y que no impliquen restricciones a su dominio en sus capacidades constructivas. La decisión sobre este último punto le cabrá sólo a la comunidad educativa del Colegio, en la medida que implique resarcimientos en especie que aseguren un campo de deportes de jerarquía y de uso para siempre de las generaciones futuras de estudiantes del Colegio; y una vez concluido el proceso judicial con la entrega del título de dominio perfeccionado definitivamente a su verdadero y único titular histórico: el Colegio Nacional de Buenos Aires.
Walter Papú. Presidente.
• Posición de las autoridades del colegio
Una defensa del Campo de Deportes del Colegio Nacional de Buenos Aires con pretensión de justicia no puede estar vinculada a la intransigencia obcecada del fanatismo ideológico, así como tampoco puede sustentarse en un pragmatismo exacerbado, propio de la dinámica de una subasta mercantil.
Resulta preciso considerar que más allá de toda conveniencia comercial o inmobiliaria, el campo de deportes constituye un complemento mediante el cual los jóvenes estudiantes nutren desde la práctica deportiva y el sano esparcimiento, justamente a esa conciencia crítica tan íntimamente relacionada con la búsqueda de la racionalidad y la excelencia académica.
Como se señalara anteriormente, no se trata de incurrir en una defensa cerril. Se trata de poner las cosas en su justo medio. La enajenación no puede ser, ni por lejos, una alternativa. Tampoco la lógica del toma y daca. Es que defender la educación, además de expresar un compromiso, significa poner manos en el asunto, lo que implica no sólo defender el predio, sino además regularizar definitivamente su situación dominial, mejorar su situación edilicia, y adecuarlo mediante una política presupuestaria acorde y sostenida en el tiempo, a las necesidades funcionales y operativas de la comunidad educativa del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Lic. Virginia Gonzáles Gass
Prof. Fabián Schipani
Lic. Andrea López
Prof. Rosa López de del Águila
Comisión de investigación sobre el campo de deportes.
CENBA.
El campo fue donado al colegio por un ex alumno por medio de un decreto en el año 1905, ya que hacia tiempo que el Colegio venia pidiendo un predio deportivo CERCA del edificio de Bolivar, pero no podía pagar el precio de un terreno en pleno centro. En 1914, otro decreto-ley confirmó esta cesión de terrenos. Posteriormente, se eleva el estatus de la donación y se sanciona la ley 9.685, de septiembre de 1915, que establece el destino del campo: "Art. 1º Destínase para plaza de ejercicios físicos del Colegio Nacional de Buenos Aires, la fracción de tierra fiscal que actualmente ocupa..."
Luego de que nuestro colegio se incorporara a la esfera de la UBA como dependencia universitaria (recordemos que el colegio, al no ser unidad académica, no puede poseer propiedades), otras dos leyes ratifican nuestro derecho (en cuanto a lo legal) a poseer el campo: la nº 12.249, de 1935, que declara de propiedad de la UBA todos los terrenos y edificios fiscales que en ese momento ocupaban sus dependencias, y la nº 20.654, de 1974, que dispone que son propiedad de la UBA "...los bienes de cualquier naturaleza que actualmente le pertenecen", confirmando la ley anterior.
Aunque la UBA tuviera tres leyes respaldando su derecho a poseer lo títulos de propiedad de los terrenos, la Universidad nunca completó los trámites legales necesarios para consolidar los títulos.
2- CAPM SA
El 15 de noviembre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem, firmó el decreto1279/89, mediante el cual se dio origen a la Corporación Antiguo Puerto Madero (CAPM SA), una sociedad anónima cuya gestión se repartió equitativamente entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos aires, más una sociedad empresarial. Los terrenos cedidos por decreto se transformaron en propiedad de la corporación, que se encargaría de confeccionar un Plan Maestro de urbanización a seguir para el reciclaje de la zona.
Vale aclarar que en distintas oportunidades los puestos del Directorio de CAPM SA fueron ocupados por distintos ex-alumnos del CNBA, incluyendo la presidencia en al menos dos períodos.
3- El "Master Plan" de Puerto Madero.
En primera instancia, la Corporación refaccionó los viejos depósitos del lado Oeste de los diques, y luego de prometer una restauración similar del lado Este, con construcciones bajas al estilo de las originales; cedió a los intereses privados y confeccionó un plan maestro en donde se proyectaban edificios de baja altura frente a los diques, parques en la zona de la Av. Costanera y una serie de rascacielos sobre las cuatro avenidas que cruzaban los puentes de acceso. Las distintas presiones y arreglos entre sus funcionarios y las empresas constructoras provocaron una gran "flexibilidad" en el cumplimiento del plan, a merced de las fluctuaciones financieras de las últimas dos décadas. La promesa de amplios espacios públicos de acceso libre fue cumplida a medias, ya que la superficie del proyecto original destinada a dicho objetivo no fue acatada en lo más mínimo.
También es sabido que reiterados incendios (algunos de ellos comprobados como intencionales) responderían a los crecientes intereses de los emprendimientos privados en utilizar los amplios terrenos de la Reserva Ecológica para una nueva sección del barrio.
El Anexo I del decreto 1279/89 establece “Que dicha sociedad tendría por objeto la confección de un plan maestro de desarrollo urbano, el estudio de la infraestructura urbana a incorporar y la promoción de inversiones en el área, la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona de las obras necesarias para convertirla en un polo de desarrollo urbano basado en una genuina inversión, con participación de capitales nacionales y extranjeros, como asimismo la venta y/o locación de las tierras pertenecientes al área en cuestión, con el indudable beneficio fiscal que este representa.”
En cuanto al terreno ocupado por el Campo de deportes, su ubicación representa una de las zonas más deseadas para el emplazamiento de edificios de gran altura por su ubicación estratégica a pocas cuadras del pleno centro financiero de la ciudad. Como fue explicado anteriormente, las parcelas que dan a las avenidas de acceso fueron destinatarias de un valor de FOT de 6. El Factor de Ocupación Total es el número que determina la altura máxima en que se puede construir para arriba, en relación a la superficie horizontal del terreno. Eso quiere decir que, según el Master Plan de la Corporación, en la manzana sobre la que se encuentra la cancha de rugby y fútbol de nuestro campo se puede construir en altura lo equivalente a 6 veces su superficie. El actualmente destinado a canchas de fútbol y atletismo tendría un bajo valor de FOT, y por lo tanto de valor mucho menor al otro.
4-El Juicio
En 1999 la Universidad de Buenos Aires inicia una demanda contra la Corporación Puerto Madero con el fin de obtener:
1) La nulidad del decreto de Menem que le transfiere la propiedad del campo de deportes a CAPMSA y
2) la inscripción en el registro de la propiedad inmueble de los títulos sobre el campo a favor de la UBA.
Luego, el 16 de junio del 99, el juez dicta la Medida de “No Innovar”, que dispone que “la Corporación Puerto Madero deberá abstenerse de llevar a cabo toda clase de conductas que impliquen la turbación de la posesión de la UBA sobre el predio en cuestión”
Hoy día ya se cumplieron todas las etapas judiciales correspondientes y lo único que falta es que la UBA pida sentencia.
• En el Código Procesal de la Nación se establece para todo proceso judicial que si éste no es impulsado por el lapso de 6 meses, el expediente de ese juicio puede terminar por inacción y se produce la caducidad del mismo.
Durante el desarrollo del juicio, han habido varios acuerdos entre la UBA y CAPMSA para suspender las acciones legales y para congelar a su vez los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal de la Nación; medida que suponemos ha sido utilizada para estimular las negociaciones entre ambas partes. Las negociaciones han llegado a varios acuerdos en distintos años, y todos han tenido que ser abandonados gracias a la acción conjunta de la comunidad educativa del colegio, que siempre se opuso a todo tipo de venta del campo de deportes, cualquiera sea la forma en que se presente. En el marco de una de estas suspensiones se ha intentado llevar a cabo el “Acuerdo Tripartito” del año 2006 (entre CAPMSA, la UBA y la Armada), que implicaba la venta de las parcelas correspondientes a las canchas de fútbol y rugby, el pedazo más grande del campo, a cambio de una escasa retribución económica y de reubicarnos en una zona que es inundable.
Actualmente, el juicio continúa y no existe un acuerdo para la suspensión de los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal, pero el problema es que desde el 29 de octubre del 2008 la Universidad no ha hecho nada para llegar a la sentencia, ya que es lo único que falta para terminarlo. No ha hecho nada para ganar el juicio, ni siquiera para evitar que el juicio se caiga.
El tiempo corre, y si antes de fines de mayo la UBA no activa el expediente, todo lo que se hizo en estos 10 años se pierde, perdiendo así todo tipo de derecho (en cuanto a lo legal) sobre el terreno.
5- Nuestro Campo y las Nuevas Negociaciones
Su posición en un barrio tan codiciado tienta, obviamente, a los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios. Y por lo tanto tienta a la Corporación Puerto Madero, que se ha encargado desde su creación de vender a distintas empresas privadas lo que le fue asignado para urbanizar como patrimonio público.
La actual oferta que la Corporación le plantea a la Universidad consiste en intercambiar la zonificación (que define en qué zonas se puede construir en altura y cuánto) de nuestros terrenos y otros linderos pertenecientes a la Corporación, y la posible apertura de una calle a través del campo (extensión de Trinidad Guevara).
Como ya hemos visto que a la Corporación le fue difícil intentar comprar parte de nuestros terrenos como si fuera fácil, hoy día las estrategias que usa para sacar provecho de la situación de nuestras tierras, o apropiarse de ellas, son otras. La oferta de negociación de CAPMSA consiste en entregarle a la UBA los títulos de propiedad sobre el campo y una “compensación económica” de 1 millón de pesos. Todo esto es a cambio de que la Universidad avale y apoye ante la Legislatura porteña un proyecto de re-zonificación del área que la Corporación ya está impulsando.
Aparentemente, CAPMSA necesita del acuerdo con la UBA para facilitar en la Legislatura la aprobación del proyecto que le permitiría hacer multimillonarios negocios. Hoy día la Corporación posee terrenos de una manzana del barrio, en donde también está asentado una parte de nuestro campo. Esa manzana tiene límites para la construcción en altura, por lo que el precio de la propiedad se reduce drásticamente. Si la Corporación logra acordar con la UBA, podrá revertir esta situación que le impide construir en los terrenos que posee en dicha manzana, y satisfacer los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios.
El proyecto prevé también la apertura de la calle Trinidad Guevara que desde el corrimiento del Campo de deportes en 1925 fue habilitada como callejón sin salida de acceso peatonal; atravesando entonces lo que actualmente son las dos canchas de handball.
Cuando nos enteramos de estas nuevas negociaciones, las autoridades del colegio nos comunicaron del siguiente proyecto frente a la oferta de CAPMSA: aceptar el cambio de zonificación propuesto por la Corporación y pedir que exista una legislación que no permita la construcción de la calle. También, además de los títulos, solicitar un gimnasio con subsuelos para estacionamientos (para generar recursos propios) y aumentar la suma de dinero ofrecida por la Corporación como “compensación económica”.
A continuación, reproducimos las posturas de algunas de las partes de la comunidad educativa, según fueron pedidas por escrito:
• Posición de la Comisión Directiva de la Asociación Docente:
1) Forma parte del patrimonio edilicio del CNBA aunque no tenga aún el título de propiedad definitivo
2) Comparte con el CENBA la voluntad de su defensa
3) Brega- y confía en el éxito final por su preservación TAL COMO ESTÁ, sin cambio alguno.
4) Confía en que la Corporación Puerto Madero no avanzará en sus designios privatizadores toda vez que en la misma se hallen ex-alumnos
5) No confiamos sino en nuestras propias fuerzas y por eso apoyamos toda iniciativa que se realice en su defensa patrimonial.
• Posición de la Asociación Cooperadora .Amadeo Jacques.
La Asociación Cooperadora Amadeo Jacques es la asociación de padres del CNBA, que ha colaborado con su mantenimiento y cumplimentado su tarea de vincular a la comunidad educativa del colegio, desde su creación hace 50 años.
Dentro de su estatuto, en su artículo 1ero se establece dentro de sus roles el propender a sostener el campo de deportes que el CNBA posee desde hace casi 100 años
Nuestra asociación ha mantenido históricamente la posición de defensa de los intereses del colegio, adhiriendo y promoviendo a numerosos actos en reconocimiento de la titularidad del dominio por parte de la UBA de los terrenos del campo de deportes. Por ello nunca adherimos a proyecto alguno de venta o de arreglo extrajudicial. Esperamos ansiosos el fallo de la justicia y sólo adheriremos a conciliaciones en sede judicial que impliquen el reconocimiento liso y llano sin ningún condicionamiento de la titularidad del dominio de la UBA y que no impliquen restricciones a su dominio en sus capacidades constructivas. La decisión sobre este último punto le cabrá sólo a la comunidad educativa del Colegio, en la medida que implique resarcimientos en especie que aseguren un campo de deportes de jerarquía y de uso para siempre de las generaciones futuras de estudiantes del Colegio; y una vez concluido el proceso judicial con la entrega del título de dominio perfeccionado definitivamente a su verdadero y único titular histórico: el Colegio Nacional de Buenos Aires.
Walter Papú. Presidente.
• Posición de las autoridades del colegio
Una defensa del Campo de Deportes del Colegio Nacional de Buenos Aires con pretensión de justicia no puede estar vinculada a la intransigencia obcecada del fanatismo ideológico, así como tampoco puede sustentarse en un pragmatismo exacerbado, propio de la dinámica de una subasta mercantil.
Resulta preciso considerar que más allá de toda conveniencia comercial o inmobiliaria, el campo de deportes constituye un complemento mediante el cual los jóvenes estudiantes nutren desde la práctica deportiva y el sano esparcimiento, justamente a esa conciencia crítica tan íntimamente relacionada con la búsqueda de la racionalidad y la excelencia académica.
Como se señalara anteriormente, no se trata de incurrir en una defensa cerril. Se trata de poner las cosas en su justo medio. La enajenación no puede ser, ni por lejos, una alternativa. Tampoco la lógica del toma y daca. Es que defender la educación, además de expresar un compromiso, significa poner manos en el asunto, lo que implica no sólo defender el predio, sino además regularizar definitivamente su situación dominial, mejorar su situación edilicia, y adecuarlo mediante una política presupuestaria acorde y sostenida en el tiempo, a las necesidades funcionales y operativas de la comunidad educativa del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Lic. Virginia Gonzáles Gass
Prof. Fabián Schipani
Lic. Andrea López
Prof. Rosa López de del Águila
Comisión de investigación sobre el campo de deportes.
CENBA.
domingo, 22 de marzo de 2009
Todo lo que siempre quiso saber sobre el Campo de Deportes y nunca se atrevió a preguntar
Breve reseña sobre el Campo de Deportes
La historia del Campo de Deportes del CNBA empieza con la cesión de tierras del poder Ejecutivo Nacional a la Universidad de Buenos Aires, para ser utilizadas para el emplazamiento de una “Playa de Ejercicios Físicos” destinada a los alumnos del Colegio Nacional. La parcela se encontraba en 1914 en el terreno fiscal del Puerto Madero, inaugurado en 1897 y de propiedad estatal. Hacia 1907, el puerto ya resultaba obsoleto para el movimiento de barcos que llegaban a la ciudad, por lo que se procedió a la construcción de uno adecuado para la demanda: el Puerto Nuevo.
Durante siete décadas, el Campo de Deportes se mantuvo junto a un viejo centro de jubilados de la Armada, rodeado de silos de actividad cada vez menor, vías ferroviarias y construcciones en creciente abandono. Los proyectos para urbanizar el viejo puerto y transformarlo así en un barrio más se multiplicaron a lo largo de los años.
La UBA nunca poseyó un título sobre las tierras del Campo de Deportes, ya que éstas fueron simplemente cedidas mediante la ley 9.685 el 28 de Septiembre de 1915. En las décadas siguientes, el dominio de la UBA sobre el terreno fue ratificado el 4 de Octubre de 1935 por el artículo 1 de la ley 12.246 y en 1974 por la ley 20.654.
Imagen adjunta:

¿Qué es CAPM SA?
En noviembre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem firmó un decreto creando la Corporación Antiguo Puerto Madero Sociedad Anónima (CAPMSA) con el objetivo de urbanizar la zona. Dicha Corporación está formada por representación del Gobierno de la Ciudad y de La Nación, en un 50% cada uno. El Gobierno de la Nación que debió ceder los títulos de las tierras (antes tierras fiscales) a la Corporación. Desde entonces, esta Corporación se encargó de confeccionar un Plan Maestro con un nuevo trazado de calles, delimitación de parcelas y asignación de estas últimas para distintos tipos de emprendimientos desde hoteles, terrazas y torres hasta una serie de comercios y parques. La venta de los terrenos se realizó a distintos grupos privados, asesorados por la misma CAPMSA que rápidamente iniciaron la construcción en altura, que en ya 20 años logró transformar un terrenos fiscal con largo abandono en el barrio más caro de toda Buenos Aires. A pesar del plan de diseño urbano que se confeccionó, la construcción en altura y la distribución de las torres no lo respetó en lo más mínimo.
Es sabido que las presidencias de Menem se caracterizaron por una larga lista de privatizaciones. Este decreto no es la excepción:
“Que dicha sociedad tendría por objeto la confección de un plan maestro de desarrollo urbano, el estudio de la infraestructura urbana a incorporar y la promoción de inversiones
en el área, la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona de las obras necesarias para convertirla en un polo de desarrollo urbano basado en una genuina inversión, con participación de capitales nacionales y extranjeros, como asimismo la venta y/o locación de las tierras pertenecientes al área en cuestión, con el indudable beneficio fiscal que este representa.”
( http://www.porlareserva.org.ar/Decreto1279.htm )
¿Cuál fue la situación que debió enfrentar la UBA?
La Universidad de Buenos Aires vio en ese momento superpuestas las jurisdicciones establecidas por un lado por las tres leyes que le adjudicaban el terreno del Campo de Deportes; y por el otro por el decreto de necesidad y urgencia que las cedía a la Corporación Antiguo Puerto Madero S.A.
En este marco, inició un litigio ante el Juzgado en lo Civil y Comercial Federal nº 9, Secretaría nº 17; que se caratuló “UBA c/CAPM S.A. s/proceso de conocimiento”.
¿Qué pasó en el 2006?
Hacia 2006, la Corporación Antiguo Puerto Madero S.A. propuso a la Universidad de Buenos Aires la venta de una parcela del Campo de Deportes del CNBA que el Plan Maestro de urbanización del barrio dotaba de un FOT (El Factor de Ocupación de Terreno o FOT es un número que establece cuán alta puede ser una torre construida sobre una superficie dada. Está directamente relacionada con el valor del terreno, ya que un terreno donde se pueden construir torres más altas vale mucho más que uno donde sólo se pueden construir unos pocos pisos.) de alrededor de 13.000 m²; a cambio de ceder terrenos aledaños en retribución, al mismo tiempo que la UBA utilizaría U$S 2.200.000 provenientes de la venta del lote para realizar obras en beneficio de la Armada, que cedería a su vez una tierra adyacente en abandono. El mapa proyectado por el Acuerdo Tripartito de 1998, propuesto por CAPM SA fue utilizado nuevamente, enviándoselo al Consejo Superior de la UBA.
De la venta de la parcela, la UBA se quedaría con el 70%, y CAPM SA con el 30%, pero la Universidad no recibiría estrictamente dinero, pudiendo éste ser reemplazado por “obras de infraestructura por un equivalente a dicha suma”.
Frente a la inminente venta de la sección del Campo de Deportes, no solo sin consulta a la comunidad educativa sino claramente a espaldas de esta, y al pacto que incluía una sub-valoración del lote y un “canje” por una sección anegadiza, el CENBA se organizó a pesar de la desinformación y los arreglos ocultos por parte del Consejo Superior, organizó marchas en reclamo por la conservación de las parcelas originales, contactó legisladores y cuerpos de los medios de comunicación para divulgar el negociado y logró mantener la parcela en disputa.
Sin embargo, dos terrenos aledaños que no pertenecían originalmente a la UBA, sino que se encontraban en condición de comodato; y habían sido utilizados en los últimos años como canchas de hockey y fútbol fueron efectivamente expropiados por CAPM SA, iniciando un proceso que actualmente continúa en desarrollo, de avance paulatino sobre la propiedad pública. Separados por la inconclusa calle Trinidad Guevara, el terreno sur de alto FOT fue vendido para construcción de las Torres del Yacht, y el norte se mantuvo como baldío relleno con escombros extraídos de la nueva edificación en progreso debido a la asignación de un bajo FOT gracias al plan de urbanización del barrio.
¿Qué está ocurriendo actualmente?
Hace unas semanas, nos enteramos por el diario Perfil que la UBA ha iniciado tratativas con la Corporación Antiguo Puerto Madero S.A. que podrían implicar la venta parcial o total de nuestro predio. A partir de esta nota y de las declaraciones de Virginia González Gass, obtuvimos algo de información al respecto. Según tenemos entendido, la Corporación pretende cambiar la zonificación del área para, por un lado, cambiar la edificación. Los espacios marcados en el mapa con el color rosa son de edificación (FOT) baja (es decir bajo precio); mientras que los marcados en violeta, de FOT alto (alto precio). La primera, está constituida por un terreno vecino que es propiedad de CAPMSA (donde actualmente sólo hay escombros), un predio de la armada, y una parte de nuestro campo. La segunda, corresponde al resto de nuestro predio y las torres del Yatch. Uno de los puntos de la negociación es intercambiar las zonificaciones de ambos terrenos(Como Puerto Madero está diagramado en damero, no es posible que dos parcelas adyacentes tengan la misma zonificación (para evitar una sobreconcentración de torres). Por lo tanto no se puede cambiar una sola zonificación sin cambiar la adyacente. Es por eso que se habla de intercambiarlas.).
El otro proyecto que está en juego es la prolongación de la Calle Trinidad Guevara a través del campo hasta el Boulevard de los Italianos, lo que obviamente reduciría nuestro terreno drásticamente.
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Tanto en las reuniones con la mesa directiva, como en la asamblea, la rectora nos dijo que, si vamos por el sí a conservar todo el campo (incluidos los actuales escombros), no vamos a tener posibilidades. A cambio, propone una negociación: cedemos al tema de las zonificaciones y a cambio pedimos: el título de propiedad del campo; añadir, en la zonificación, que esa calle no podrá ser construida nunca; además del millón de pesos, pedir que se construya un gimnasio como el proyecto que tiene la cooperadora, que incluya tres pisos de subsuelo de estacionamiento para ser autogestionados por el colegio y tener ingresos propios. Sin embargo, también nos dijo que esta propuesta la había hecho a Más Vélez (secretario general de la UBA) para “ganar tiempo”.
Lo que a muchos oradores les resultó sospechoso, es que lo que se está negociando es en última instancia voluntad de la legislatura porteña. ¿Por qué CAPMSA ofrece dinero por algo sobre lo que la UBA no tiene poder de decisión?
Ante esta incertidumbre, la asamblea se pronunció firmemente en contra de cualquier venta, parcial o total, de las propiedades del Colegio. Denunció también la complicidad de los gobiernos de la Nación y de la Ciudad, no sólo por formar parte de la Corporación Puerto Madero, sino también por el vacío presupuestario que generan en la educación. Las autoridades de la UBA, a través de políticas de autofinanciamiento (ya sea la privatización de los posgrados, la venta de sus propiedades, etc.) son cómplices de la miseria educativa. La contraoferta de González Gass, por más tentadora que parezca, sigue siendo un intento de negociar lo innegociable.
Con esta perspectiva, decidimos organizar un festival en el campo como medida de protesta y para la difusión de este problema. También organizamos una comisión encargada de la difusión (difusion-campo@googlegroups.com) decidimos que la mesa directiva redactara un comunicado al respecto. Por último, el jueves 5 a las 14.30 habrá una nueva asamblea.
Una vez más, ante el riesgo de perder el campo de deportes
A nuestros docentes, padres, no docentes y compañeros ex alumnos,
Todos nosotros conocemos ya la problemática de nuestro campo de deportes: ubicado en Puerto Madero, uno de los pocos terrenos sin edificar, ha sido objeto del ferviente deseo de los inversores inmobiliarios de la zona desde hace mucho tiempo. La Corporación Puerto Madero, quien maneja los terrenos del barrio, ha hecho reiteradas ofertas de compra; pero más grave aún, las autoridades de la UBA han estado cerca de venderlo, y sólo los ha frenado (como en 2005-2006) la acción conjunta de la comunidad educativa.
Esta vez, el rumor se desató por una nota aparecida en el Diario Perfil el 8 de febrero. Posteriormente, el Secretario General de la UBA, Carlos Más Vélez, se comunicó con la Rectora del colegio para comentarle sobre negociaciones que se estaban llevando a cabo con la Corporación Puerto Madero, y que incluirían la venta de una parte del campo (que desde hace dos años es utilizada por Yatch Club como depósito de escombros).
La Corporación también desea abrir una calle que atraviese el campo, y que por ende achique el terreno y deje inutilizables varias canchas. También busca presentar un proyecto en la Legislatura para cambiar la zonificación del terreno que quiere negociar, ya que en ese sector no se pueden construir edificios altos.
A todo esto, la propiedad del campo está en litigio. En los 90, Menem decretó que Puerto Madero, en su integridad, fuera dado a la Corporación (formada por empresarios y representantes de los gobiernos de la ciudad y la nación), para que definieran ellos el destino de los terrenos. No se aclaró cuál sería el porvenir del campo de deportes. Desde ese entonces, hay un juicio entre la UBA y la Corporación (iniciado por la UBA) por el título de propiedad.
Los argentinos tenemos experiencia en privatización de los bienes públicos. Con argumentos de que la población iba a obtener un beneficio, se dilapidaron los bienes del estado. Hoy no existen ni los bienes ni el beneficio.
El campo es propiedad del Colegio desde hace casi un siglo. Cotidianamente, disponemos de él para realizar nuestras actividades deportivas. Las autoridades de la Universidad no pueden, impunemente, privatizar el patrimonio de la escuela pública. Los graves problemas de financiamiento que sufre la educacion, deben ser resueltos mediante un fuerte aumento del presupuesto estatal, y no recurriendo a la venta o arancelamiento de los recursos universitarios.
Como verán, aún estamos recolectando información. Agradeceremos el aporte de todos los que sepan algo más del tema, especialmente asesoría legal. Sin embargo, lo más importante es contar con su compromiso, ya que no seremos nosotros solos quienes podamos solucionar el conflicto.
En los próximos días, vamos a estar realizando asambleas y otras actividades para difundir información, debatir y tomar medidas. Afortunadamente, contamos con la experiencia de ex alumnos que han defendido férreamente el Campo. Esperamos contar en esta ocasión con su respaldo. En esta situación, es importante que todas las partes de la comunidad educativa estén alerta, organizados y dispuestos a defender el Campo, propiedad indiscutible del Colegio.
Todos nosotros conocemos ya la problemática de nuestro campo de deportes: ubicado en Puerto Madero, uno de los pocos terrenos sin edificar, ha sido objeto del ferviente deseo de los inversores inmobiliarios de la zona desde hace mucho tiempo. La Corporación Puerto Madero, quien maneja los terrenos del barrio, ha hecho reiteradas ofertas de compra; pero más grave aún, las autoridades de la UBA han estado cerca de venderlo, y sólo los ha frenado (como en 2005-2006) la acción conjunta de la comunidad educativa.
Esta vez, el rumor se desató por una nota aparecida en el Diario Perfil el 8 de febrero. Posteriormente, el Secretario General de la UBA, Carlos Más Vélez, se comunicó con la Rectora del colegio para comentarle sobre negociaciones que se estaban llevando a cabo con la Corporación Puerto Madero, y que incluirían la venta de una parte del campo (que desde hace dos años es utilizada por Yatch Club como depósito de escombros).
La Corporación también desea abrir una calle que atraviese el campo, y que por ende achique el terreno y deje inutilizables varias canchas. También busca presentar un proyecto en la Legislatura para cambiar la zonificación del terreno que quiere negociar, ya que en ese sector no se pueden construir edificios altos.
A todo esto, la propiedad del campo está en litigio. En los 90, Menem decretó que Puerto Madero, en su integridad, fuera dado a la Corporación (formada por empresarios y representantes de los gobiernos de la ciudad y la nación), para que definieran ellos el destino de los terrenos. No se aclaró cuál sería el porvenir del campo de deportes. Desde ese entonces, hay un juicio entre la UBA y la Corporación (iniciado por la UBA) por el título de propiedad.
Los argentinos tenemos experiencia en privatización de los bienes públicos. Con argumentos de que la población iba a obtener un beneficio, se dilapidaron los bienes del estado. Hoy no existen ni los bienes ni el beneficio.
El campo es propiedad del Colegio desde hace casi un siglo. Cotidianamente, disponemos de él para realizar nuestras actividades deportivas. Las autoridades de la Universidad no pueden, impunemente, privatizar el patrimonio de la escuela pública. Los graves problemas de financiamiento que sufre la educacion, deben ser resueltos mediante un fuerte aumento del presupuesto estatal, y no recurriendo a la venta o arancelamiento de los recursos universitarios.
Como verán, aún estamos recolectando información. Agradeceremos el aporte de todos los que sepan algo más del tema, especialmente asesoría legal. Sin embargo, lo más importante es contar con su compromiso, ya que no seremos nosotros solos quienes podamos solucionar el conflicto.
En los próximos días, vamos a estar realizando asambleas y otras actividades para difundir información, debatir y tomar medidas. Afortunadamente, contamos con la experiencia de ex alumnos que han defendido férreamente el Campo. Esperamos contar en esta ocasión con su respaldo. En esta situación, es importante que todas las partes de la comunidad educativa estén alerta, organizados y dispuestos a defender el Campo, propiedad indiscutible del Colegio.
Mesa Directiva-
Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires
Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires
La UBA negocia con la Corporación Puerto Madero la entrega de un campo de deportes. Denuncia del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos.
La UBA ha entrado en tratativas para entregar, parcial o totalmente, el campo de deportes del Colegio Nacional de Buenos Aires, ubicado en Puerto Madero, según informaciones periodísticas y de la Rectoría del Colegio. Lo hace durante el receso estudiantil y a espaldas de toda la comunidad educativa. Los estudiantes y padres nos oponemos a que el terreno donde ahora tienen sus clases de gimnasia 2000 estudiantes y que es patrimonio de la educación pública argentina sea entregado a intereses privados para levantar nuevas torres y abrir un callejón de media cuadra.
La Corporación Antiguo Puerto Madero Sociedad Anónima (CAPMSA) busca que la legislatura porteña vote una re-zonificación de terrenos que afectaría tanto al campo de deportes como a un predio lindero, con el fin de dejarlos aptos para levantar torres. También se propone hacer avanzar media cuadra la calle Trinidad Guevara, lo cual partiría por el medio y arrasaría el campo de deportes del CNBA. El rectorado de la UBA dio su acuerdo, según una información que el diario Perfil publicó el 8 de febrero y que la Rectoría del Colegio confirmó ante este Centro de Estudiantes.
El campo está ubicado en la esquina de las calles Juana Manso y Macacha Güemes; fue donado hace casi un siglo por un ex alumno al Colegio y su uso por parte de la UBA está consagrado por tres leyes. Sin embargo, desde la creación de la Corporación en 1989 la UBA y CAPMSA están en litigio por la propiedad (ver “sobre el campo de deportes”). Desde hace varios años, es objeto de deseo de los grandes intereses inmobiliarios de la zona, y un intento anterior de venta fue desbaratado por la firme oposición de la comunidad educativa en 2006.
En esta ocasión, el mecanismo adoptado por la CAPMSA (corporación de la cual el Gobierno de la Ciudad es uno de sus integrantes) para sustraer ese campo a sus dueños legítimos y ponerlo al servicio de intereses inmobiliarios privados es alegar la necesidad de abrir media cuadra de calle justo en medio de la propiedad de la UBA, lo cual dejaría el campo de deportes desintegrado e inutilizable.
El rectorado de la UBA -que no está proporcionando a alumnos, padres y profesores ninguna información pese a los pedidos- supuestamente ha sido tentado con una oferta de dinero para entregar ese valiosísimo bien, que usaría para tapar agujeros de corto plazo de su presupuesto. Pero los argentinos tenemos plena conciencia de lo que pasó con las privatizaciones. Con argumentos de que la población iba a obtener un beneficio, se dilapidaron los bienes del estado. Hoy no existen ni los bienes ni el beneficio. Además, la comunidad se ha indignado, con razón, en los últimos años, ante cada intento de convertir una escuela en un shopping o una torre.
El Centro de Estudiantes resistirá de todas las maneras que estén a su alcance esta entrega privatizadora que afecta la integridad de nuestro campo y de nuestro Colegio y convocará a toda la comunidad de la UBA y a toda la población para defender firmemente la educación pública.
“Llamamos a los habitantes de la ciudad y a todos los medios de comunicación a interesarse en el tema. La sociedad debe oponerse a la entrega de patrimonio estatal y a la re-zonificación interesada de áreas de la ciudad, que tienen vedada la construcción en altura. Decisiones que van en desmedro de la educación y los espacios verdes, que no deberían ser avaladas por los legisladores. La Corporación y los intereses inmobiliarios no deben salirse con la suya por encima de nuestro derecho al patrimonio público educativo.” dijo el presidente del Centro de Estudiantes del CNBA, Hernán Novara
Buenos Aires, lunes 2 de marzo de 2009
Sobre el Campo de Deportes
El campo de deportes está situado en la esquina boulevard Machaca Güemes y Juana Manso, en el Dique 4, en diagonal al Hotel Hilton. . Allí se dictan clases de vóley, rugby, fútbol, hockey, atletismo, básquet, handball y gimnasia general para 2.000 estudiantes secundarios.
El terreno de 20 mil metros cuadrados fue donado al Colegio Nacional de Buenos Aires por un ex alumno en 1914. Posteriormente, cuando el colegio pasó a la órbita de la UBA, la propiedad pasó a la Universidad.
Tres leyes han ratificado a el derecho del Colegio sobre el campo: la ley 9.685 de 1915, que dictaba que los terrenos donados serían utilizados como "playa de ejercicios físicos" por el CNBA; la ley 12.249 de 1935 declaró propiedad de la UBA los terrenos y edificios fiscales que en ese momento ocupaban sus facultades y demás dependencias; la ley 20.654 de 1974 ratifica el derecho de propiedad sobre los terrenos en cuestión, al disponer que son propiedad de la UBA "...los bienes de cualquier naturaleza que actualmente le pertenecen...".
Durante la presidencia de Carlos Menem, fue creada mediante un decreto la Corporación Puerto Madero, con la facultad de disponer para su comercialización de los inmuebles comprendidos en la zona. La Universidad reclamó sus fundamentados derechos sobre el Campo de Deportes. Quedó planteado un litigio por los títulos en el que la UBA tiene todas las razones para ganar, dadas las tres leyes mencionadas.
Sin embargo, la UBA suspendió las acciones en ese juicio en 2006, cuando firmó con la Corporación un preacuerdo para vender los terrenos. En aquella oportunidad el intento de venta fue desbaratado, hoy también lo haremos construyendo una solución definitiva para la comunidad educativa, que implica que la UBA reinicie un juicio prácticamente ganado e inste a la justicia a pronunciarse por la educación pública.
Contacto:
Ana Schwarzberg, 1° vocal del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires: 15-5316-2557
Mariana Katz, Secretaria del Turno Tarde del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires: 15-3559-8812
La Corporación Antiguo Puerto Madero Sociedad Anónima (CAPMSA) busca que la legislatura porteña vote una re-zonificación de terrenos que afectaría tanto al campo de deportes como a un predio lindero, con el fin de dejarlos aptos para levantar torres. También se propone hacer avanzar media cuadra la calle Trinidad Guevara, lo cual partiría por el medio y arrasaría el campo de deportes del CNBA. El rectorado de la UBA dio su acuerdo, según una información que el diario Perfil publicó el 8 de febrero y que la Rectoría del Colegio confirmó ante este Centro de Estudiantes.
El campo está ubicado en la esquina de las calles Juana Manso y Macacha Güemes; fue donado hace casi un siglo por un ex alumno al Colegio y su uso por parte de la UBA está consagrado por tres leyes. Sin embargo, desde la creación de la Corporación en 1989 la UBA y CAPMSA están en litigio por la propiedad (ver “sobre el campo de deportes”). Desde hace varios años, es objeto de deseo de los grandes intereses inmobiliarios de la zona, y un intento anterior de venta fue desbaratado por la firme oposición de la comunidad educativa en 2006.
En esta ocasión, el mecanismo adoptado por la CAPMSA (corporación de la cual el Gobierno de la Ciudad es uno de sus integrantes) para sustraer ese campo a sus dueños legítimos y ponerlo al servicio de intereses inmobiliarios privados es alegar la necesidad de abrir media cuadra de calle justo en medio de la propiedad de la UBA, lo cual dejaría el campo de deportes desintegrado e inutilizable.
El rectorado de la UBA -que no está proporcionando a alumnos, padres y profesores ninguna información pese a los pedidos- supuestamente ha sido tentado con una oferta de dinero para entregar ese valiosísimo bien, que usaría para tapar agujeros de corto plazo de su presupuesto. Pero los argentinos tenemos plena conciencia de lo que pasó con las privatizaciones. Con argumentos de que la población iba a obtener un beneficio, se dilapidaron los bienes del estado. Hoy no existen ni los bienes ni el beneficio. Además, la comunidad se ha indignado, con razón, en los últimos años, ante cada intento de convertir una escuela en un shopping o una torre.
El Centro de Estudiantes resistirá de todas las maneras que estén a su alcance esta entrega privatizadora que afecta la integridad de nuestro campo y de nuestro Colegio y convocará a toda la comunidad de la UBA y a toda la población para defender firmemente la educación pública.
“Llamamos a los habitantes de la ciudad y a todos los medios de comunicación a interesarse en el tema. La sociedad debe oponerse a la entrega de patrimonio estatal y a la re-zonificación interesada de áreas de la ciudad, que tienen vedada la construcción en altura. Decisiones que van en desmedro de la educación y los espacios verdes, que no deberían ser avaladas por los legisladores. La Corporación y los intereses inmobiliarios no deben salirse con la suya por encima de nuestro derecho al patrimonio público educativo.” dijo el presidente del Centro de Estudiantes del CNBA, Hernán Novara
Buenos Aires, lunes 2 de marzo de 2009
Sobre el Campo de Deportes
El campo de deportes está situado en la esquina boulevard Machaca Güemes y Juana Manso, en el Dique 4, en diagonal al Hotel Hilton. . Allí se dictan clases de vóley, rugby, fútbol, hockey, atletismo, básquet, handball y gimnasia general para 2.000 estudiantes secundarios.
El terreno de 20 mil metros cuadrados fue donado al Colegio Nacional de Buenos Aires por un ex alumno en 1914. Posteriormente, cuando el colegio pasó a la órbita de la UBA, la propiedad pasó a la Universidad.
Tres leyes han ratificado a el derecho del Colegio sobre el campo: la ley 9.685 de 1915, que dictaba que los terrenos donados serían utilizados como "playa de ejercicios físicos" por el CNBA; la ley 12.249 de 1935 declaró propiedad de la UBA los terrenos y edificios fiscales que en ese momento ocupaban sus facultades y demás dependencias; la ley 20.654 de 1974 ratifica el derecho de propiedad sobre los terrenos en cuestión, al disponer que son propiedad de la UBA "...los bienes de cualquier naturaleza que actualmente le pertenecen...".
Durante la presidencia de Carlos Menem, fue creada mediante un decreto la Corporación Puerto Madero, con la facultad de disponer para su comercialización de los inmuebles comprendidos en la zona. La Universidad reclamó sus fundamentados derechos sobre el Campo de Deportes. Quedó planteado un litigio por los títulos en el que la UBA tiene todas las razones para ganar, dadas las tres leyes mencionadas.
Sin embargo, la UBA suspendió las acciones en ese juicio en 2006, cuando firmó con la Corporación un preacuerdo para vender los terrenos. En aquella oportunidad el intento de venta fue desbaratado, hoy también lo haremos construyendo una solución definitiva para la comunidad educativa, que implica que la UBA reinicie un juicio prácticamente ganado e inste a la justicia a pronunciarse por la educación pública.
Contacto:
Ana Schwarzberg, 1° vocal del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires: 15-5316-2557
Mariana Katz, Secretaria del Turno Tarde del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires: 15-3559-8812
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