martes, 27 de abril de 2010

CENBArock 2010

dos escenarios / veinte bandas en vivo / bebida y comida / colecta de alimentos para las actividades de la comisión de acción social

¡sigamos demostrando de quién es el campo!

¡no tenés excusa para faltar! te esperamos.

domingo, 12 de abril de 2009

Petitorio.

Al Honorable Sr. Rector
de la Universidad de Buenos Aires
Dr. Rubén Hallú
y al Honorable Consejo Superior:
Los abajo firmantes, padres, familiares, profesores y alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires, y miembros de la comunidad en general, interesados en la educación pública, respetuosamente nos dirigimos a Uds., preocupados por el destino del campo de deportes del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Considerando:
- Que el campo es un bien de la educación pública argentina. Le pertenece a la Universidad por haber sido donado hace casi un siglo, por un ex alumno del CNBA con la expresa finalidad de ser usado para educación física. Sus derechos para el Colegio y la Universidad están refrendados por tres leyes nacionales;
- Que están en marcha negociaciones y proyectos que ponen en peligro su integridad y aptitud para campo de deportes -en beneficio de intereses edilicios y comerciales que nada tienen que ver con el uso educativo de ese predio- tales como re-zonificación del predio, construcción de una playa de estacionamiento y apertura de una calle que parte al campo por el medio y lo desintegra;
- Que existe un juicio pendiente de la Universidad contra la Corporación Puerto Madero para despejar la cuestión de dominio;
Los abajo firmantes peticionamos:
- Que la Universidad conserve íntegramente, para uso exclusivamente educativo, este terreno;
- Que no dé su consenso o apoyo a ninguna maniobra de re-zonificación, apertura injustificada de una calle u otra semejante, que sólo beneficiarían a los intereses inmobiliarios de la zona pero que lesionarían el valor patrimonial del predio;
- Que active el proceso legal que se lleva a cabo actualmente entre la Universidad y la Corporación Puerto Madero Sociedad Anónima antes de que se produzca la caducidad de instancia (que sería inminente a la luz de la información con la que se cuenta), con la seria lesión que tal caducidad puede suponer para el patrimonio de la Universidad;

- Que continúe dicho juicio, con los mejores medios a su alcance, de modo de llevarlo a su mejor culminación para consolidar los títulos de propiedad sobre el campo de deportes a favor de la Universidad Pública;
- Que acceda al pedido de audiencia realizado por el Centro de Estudiantes el lunes 2 de febrero de 2009 cuando se conocieron a través de la prensa las noticias sobre los planes antes mencionados.

Entendemos que una de las altas funciones del Honorable Rectorado y Consejo Superior es custodiar el patrimonio de la educación pública argentina que le ha sido confiado, para su aprovechamiento por las actuales y futuras generaciones. En función de eso es que nos dirigimos al Señor Rector y al Consejo Superior con esta urgente solicitud, saludándolos con nuestra mayor consideración.


Si estás de acuerdo y querés añadir tu firma mandá un mail con tu nombre y dni a Lara Urbaitel(laramicol94@hotmail.com). Aclaren si son padres, docentes, estudiantes (aclaren año y division), ex-alumnos (aclaren promocion), no docentes o simplemente defensores de la educación pública.
Por favor difundan a toda la gente que pueda estar interesada.

Comunicado a la comunidad educativa.

1- Historia.

El campo fue donado al colegio por un ex alumno por medio de un decreto en el año 1905, ya que hacia tiempo que el Colegio venia pidiendo un predio deportivo CERCA del edificio de Bolivar, pero no podía pagar el precio de un terreno en pleno centro. En 1914, otro decreto-ley confirmó esta cesión de terrenos. Posteriormente, se eleva el estatus de la donación y se sanciona la ley 9.685, de septiembre de 1915, que establece el destino del campo: "Art. 1º Destínase para plaza de ejercicios físicos del Colegio Nacional de Buenos Aires, la fracción de tierra fiscal que actualmente ocupa..."

Luego de que nuestro colegio se incorporara a la esfera de la UBA como dependencia universitaria (recordemos que el colegio, al no ser unidad académica, no puede poseer propiedades), otras dos leyes ratifican nuestro derecho (en cuanto a lo legal) a poseer el campo: la nº 12.249, de 1935, que declara de propiedad de la UBA todos los terrenos y edificios fiscales que en ese momento ocupaban sus dependencias, y la nº 20.654, de 1974, que dispone que son propiedad de la UBA "...los bienes de cualquier naturaleza que actualmente le pertenecen", confirmando la ley anterior.
Aunque la UBA tuviera tres leyes respaldando su derecho a poseer lo títulos de propiedad de los terrenos, la Universidad nunca completó los trámites legales necesarios para consolidar los títulos.

2- CAPM SA

El 15 de noviembre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem, firmó el decreto1279/89, mediante el cual se dio origen a la Corporación Antiguo Puerto Madero (CAPM SA), una sociedad anónima cuya gestión se repartió equitativamente entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos aires, más una sociedad empresarial. Los terrenos cedidos por decreto se transformaron en propiedad de la corporación, que se encargaría de confeccionar un Plan Maestro de urbanización a seguir para el reciclaje de la zona.
Vale aclarar que en distintas oportunidades los puestos del Directorio de CAPM SA fueron ocupados por distintos ex-alumnos del CNBA, incluyendo la presidencia en al menos dos períodos.
3- El "Master Plan" de Puerto Madero.
En primera instancia, la Corporación refaccionó los viejos depósitos del lado Oeste de los diques, y luego de prometer una restauración similar del lado Este, con construcciones bajas al estilo de las originales; cedió a los intereses privados y confeccionó un plan maestro en donde se proyectaban edificios de baja altura frente a los diques, parques en la zona de la Av. Costanera y una serie de rascacielos sobre las cuatro avenidas que cruzaban los puentes de acceso. Las distintas presiones y arreglos entre sus funcionarios y las empresas constructoras provocaron una gran "flexibilidad" en el cumplimiento del plan, a merced de las fluctuaciones financieras de las últimas dos décadas. La promesa de amplios espacios públicos de acceso libre fue cumplida a medias, ya que la superficie del proyecto original destinada a dicho objetivo no fue acatada en lo más mínimo.
También es sabido que reiterados incendios (algunos de ellos comprobados como intencionales) responderían a los crecientes intereses de los emprendimientos privados en utilizar los amplios terrenos de la Reserva Ecológica para una nueva sección del barrio.
El Anexo I del decreto 1279/89 establece “Que dicha sociedad tendría por objeto la confección de un plan maestro de desarrollo urbano, el estudio de la infraestructura urbana a incorporar y la promoción de inversiones en el área, la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona de las obras necesarias para convertirla en un polo de desarrollo urbano basado en una genuina inversión, con participación de capitales nacionales y extranjeros, como asimismo la venta y/o locación de las tierras pertenecientes al área en cuestión, con el indudable beneficio fiscal que este representa.”
En cuanto al terreno ocupado por el Campo de deportes, su ubicación representa una de las zonas más deseadas para el emplazamiento de edificios de gran altura por su ubicación estratégica a pocas cuadras del pleno centro financiero de la ciudad. Como fue explicado anteriormente, las parcelas que dan a las avenidas de acceso fueron destinatarias de un valor de FOT de 6. El Factor de Ocupación Total es el número que determina la altura máxima en que se puede construir para arriba, en relación a la superficie horizontal del terreno. Eso quiere decir que, según el Master Plan de la Corporación, en la manzana sobre la que se encuentra la cancha de rugby y fútbol de nuestro campo se puede construir en altura lo equivalente a 6 veces su superficie. El actualmente destinado a canchas de fútbol y atletismo tendría un bajo valor de FOT, y por lo tanto de valor mucho menor al otro.

4-El juicio:
En 1999 la Universidad de Buenos Aires inicia una demanda contra la Corporación Puerto Madero con el fin de obtener:
1) La nulidad del decreto de Menem que le transfiere la propiedad del campo de deportes a CAPMSA y
2) la inscripción en el registro de la propiedad inmueble de los títulos sobre el campo a favor de la UBA.
Luego, el 16 de junio del 99, el juez dicta la Medida de “No Innovar”, que dispone que “la Corporación Puerto Madero deberá abstenerse de llevar a cabo toda clase de conductas que impliquen la turbación de la posesión de la UBA sobre el predio en cuestión”

Hoy día ya se cumplieron todas las etapas judiciales correspondientes y lo único que falta es que la UBA pida sentencia.

• En el Código Procesal de la Nación se establece para todo proceso judicial que si éste no es impulsado por el lapso de 6 meses, el expediente de ese juicio puede terminar por inacción y se produce la caducidad del mismo.

Durante el desarrollo del juicio, han habido varios acuerdos entre la UBA y CAPMSA para suspender las acciones legales y para congelar a su vez los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal de la Nación; medida que suponemos ha sido utilizada para estimular las negociaciones entre ambas partes. Las negociaciones han llegado a varios acuerdos en distintos años, y todos han tenido que ser abandonados gracias a la acción conjunta de la comunidad educativa del colegio, que siempre se opuso a todo tipo de venta del campo de deportes, cualquiera sea la forma en que se presente. En el marco de una de estas suspensiones se ha intentado llevar a cabo el “Acuerdo Tripartito” del año 2006 (entre CAPMSA, la UBA y la Armada), que implicaba la venta de las parcelas correspondientes a las canchas de fútbol y rugby, el pedazo más grande del campo, a cambio de una escasa retribución económica y de reubicarnos en una zona que es inundable.

Actualmente, el juicio continúa y no existe un acuerdo para la suspensión de los plazos de vigencia del juicio establecidos por el Código Procesal, pero el problema es que desde el 29 de octubre del 2008 la Universidad no ha hecho nada para llegar a la sentencia, ya que es lo único que falta para terminarlo. No ha hecho nada para ganar el juicio, ni siquiera para evitar que el juicio se caiga.

El tiempo corre, y si antes de fines de mayo la UBA no activa el expediente, todo lo que se hizo en estos 10 años se pierde, perdiendo así todo tipo de derecho (en cuanto a lo legal) sobre el terreno.

¡Defendamos nuestro campo de deportes y la integridad de la educación pública!

A la comunidad educativa:

Hace aproximadamente dos semanas, debido a una nota del diario Perfil, nos hemos enterado que nuestro campo de deportes es nuevamente objetivo de la Corporación Antiguo Puerto Madero Sociedad Anónima, ya que es uno de los últimos terrenos en la zona donde se puede construir torres. Brevemente pasamos a contarles los hechos, para luego comunicar las posturas que tomamos en asamblea.

Como ya pasó en el 2006, las negociaciones se realizaron a espaldas de la comunidad educativa y mientras los alumnos estaban de vacaciones; ¡nos enteramos a través de un diario! Aparentemente, se está negociando la re-zonificación (que define en qué zonas se puede construir en altura y cuánto) de nuestros terrenos y otros linderos pertenecientes a la Corporación, y la posible apertura de una calle a través del campo (extensión de Trinidad Guevara).

El Rector Hallú le ha declarado a la Asociación Cooperadora que no hará nada sin el consenso de la comunidad educativa. Sin embargo, todavía no hemos conseguido ningún comunicado oficial sobre el tema, ni hemos recibido respuesta del Consejo Superior de la UBA, de Hallú y del Secretario General Más Vélez. Por lo tanto, lo primordial es que se clarifique la situación. Debemos exigirles a las autoridades de la UBA que no negocien a nuestras espaldas con lo que es nuestro. Toda la comunidad educativa tiene que estar enterada y de acuerdo para poder salir adelante y defender lo que le corresponde. Mientras exigimos información, debemos oponernos firmemente a todo tipo de entrega del campo deportes, y a cualquier factor que afecte su integridad, puesto que se trata de un patrimonio público del que nos beneficiamos todos los días.

El estado de situación de nuestro campo en cuanto a lo legal es el siguiente: es un bien del Colegio desde 1914 y su uso por parte de la UBA está consagrado por tres leyes. Sin embargo, con la creación de la Corporación en 1989, por medio de un decreto inconstitucional del entonces Presidente Menem, se le otorgó a CAPMSA la facultad de disponer para su comercialización de todos los inmuebles comprendidos en la zona, incluido nuestro campo de deportes. Desde aquel momento, la UBA inició un juicio pidiendo la nulidad de las facultades de la Corporación sobre nuestro terreno. Así, la Universidad y CAPMSA están en litigio por los derechos de propiedad del predio.

Pero la UBA suspendió el juicio en 2006 para arreglar con CAPMSA por fuera de la Justicia: en esta ocasión se firmó un preacuerdo para la venta del campo, que sólo fue detenida con la acción conjunta de la comunidad educativa. En tres años, y a pesar de que cuenta con tres leyes que la respaldan con las que fácilmente ganaría el proceso, la UBA no ha reiniciado el juicio.

Hoy día las estrategias que usa la Corporación para sacar provecho de la situación de nuestras tierras, o apropiarse de ellas, son otras. Según tenemos entendido, la oferta de negociación de CAPMSA consiste en entregarle a la UBA los títulos de propiedad sobre el campo y una “compensación económica” de 1 millón de pesos. Todo esto es a cambio de que la Universidad avale y apoye ante la Legislatura porteña un proyecto de re-zonificación del área que la Corporación ya está impulsando.

Aparentemente, CAPMSA necesita del acuerdo con la UBA para facilitar en la Legislatura la aprobación del proyecto que le permitiría hacer multimillonarios negocios. Hoy día la Corporación posee terrenos de una manzana del barrio, en donde también está asentado una parte de nuestro campo. Esa manzana tiene límites para la construcción en altura, por lo que el precio de la propiedad se reduce drásticamente. Si la Corporación logra acordar con la UBA, podrá revertir esta situación que le impide construir en los terrenos que posee en dicha manzana, y satisfacer los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios.

No se nos tienen que escapar del contexto de esta negociación sus actores principales. No es nuevo que las autoridades de la UBA, en lugar de exigirle presupuesto al Estado, recurran a negociados con distintas empresas, realicen diversas maniobras de autofinanciamiento, y pongan a disposición de intereses privados parte del patrimonio público, todo lo cual redunda en la privatización y degradación fragmentada de la educación. Tampoco resulta sorprendente que el Gobierno de la Ciudad, encabezado por Macri, quiera privatizar un bien público (recordemos que en la Corporación participan el gobierno de la Ciudad y el de la Nación). Y todo esto, en un contexto de asfixia presupuestaria para la educación cuyo principal responsable es el Gobierno Nacional.

Por otro lado, puertas adentro, la Rectora del Colegio nos expuso su “contraoferta”: aceptar el cambio de zonificación propuesto por la Corporación y pedir que exista una legislación que no permita la construcción de la calle. También, además de los títulos, solicitar un gimnasio con subsuelos para estacionamientos (para generar recursos propios) y aumentar la suma de dinero ofrecida por la Corporación como “compensación económica”.

Nuestras dudas acerca de la justificación y la transparencia de dicha “compensación económica” son varias: ¿por qué ofrecen 1 millón de pesos a la UBA por trámites legales y resoluciones políticas de las que debe encargarse la legislatura porteña? ¿Se trata de comprar el “silencio” de la comunidad educativa, para que el proyecto de re-zonificación pueda pasar desapercibido? ¿Se trata de comprar la influencia política que la Universidad podría tener en la Legislatura? Además, cabe destacar que el colegio no tiene ningún tipo de control sobre el destino que tendrán esos fondos, ni siquiera puede asegurarse de que ingresen al circuito de la educación pública.

La explicación de las autoridades señala de que esos fondos nos lo darían para “compensar la pérdida de valor del terreno” por el cambio de zonificación (bajaría el precio inmobiliario del mismo), se justifica por el entusiasmo que poseen por aumentar la cifra de dicha “compensación” a un monto mucho más meritorio; y apunta a validar una concepción mercantil sobre los bienes de la educación pública.

Para nosotros no hay “compensación” ni monto que sea válido, no nos interesa el valor inmobiliario del campo, concebimos al terreno en términos educativos, y no en términos comerciales. Si las autoridades y el Rectorado realmente quieren demostrar que no quieren vender el campo, que quieren mantener su integridad, y que no quieren negociar la educación pública, deberían acompañarnos en esta postura.

Pero, más importante aún, no debemos perder de vista el problema de la calle. Según nos informamos, el pedido de autorización para construir la calle está en la Jefatura de Gobierno desde octubre del año pasado. Esta calle está en el Plan Maestro de la Corporación. Sin embargo, a simple vista podemos darnos cuenta que no existe la necesidad urbanística de prolongar esa calle; simplemente, le daría más entradas a las torres, y dejaría a lo que quedase de nuestro campo más vulnerable a cualquier intento de venta. ¿Y el costo? La prolongación de Trinidad Guevara dejaría a nuestro campo completamente inutilizable, con las canchas partidas a la mitad, además del riesgo que supone el hecho de que circulen autos por la mitad del campo, poniendo en riesgo nuestra seguridad.


Por todo esto, en las asambleas realizadas, nos pronunciamos en contra de la negociación de cualquier parte de nuestro colegio, incluido nuestro campo. Decidimos también solicitar una reunión con las autoridades de la UBA; pero pasó el tiempo y hasta el momento no hemos obtenido respuesta.

Nos hemos pronunciado firmemente en contra de la política de asfixia presupuestaria y auto-financiamiento, reconociendo que las falencias del presupuesto educativo deben ser cubiertas por el aumento del mismo, de parte del gobierno nacional. Rechazaremos cualquier arreglo que implique la pérdida de nuestro patrimonio, sin importar qué “compensación económica” efímera y ridícula se nos ofrezca a cambio. La propuesta de González Gass sigue siendo un intento de negociar lo innegociable.

Exigiremos también que la UBA reinicie el juicio, de la mano de las variadas herramientas legales que lo favorecen, e inste a la Justicia a pronunciarse por la educación pública. No vemos por qué poseyendo la legitimidad e incluso la legalidad a nuestro favor, la UBA se prestaría a la complicidad con la Corporación Puerto Madero para respaldar a esta última en negociados que en nada benefician a la Universidad y que son ajenos a las tareas de la educación pública. No creemos correcto incursionar en negociaciones sobre los títulos de propiedad del campo cuando es claro que éstos nos corresponden en todos los sentidos.

Por otro lado, estaremos realizando un festival y abrazo al campo próximamente (posiblemente los sábados 21 y 28), como medida simbólica de protesta. Los invitamos (ya les confirmaremos horario debidamente) a disfrutar de música y de otros espectáculos, mientras reafirmamos nuestro derecho sobre el campo.

Invitamos a toda la comunidad educativa a seguir debatiendo este tema, continuar en la búsqueda de información, y comenzar a articular a todos los sectores en pos de la defensa del campo de deportes. Contamos con su ayuda y su compromiso en la defensa de la educación pública.

Para unirse a la comisión que estamos creando al respecto, enviar un mail a todosporelcampo-subscribe@googlegroups.com

C.E.N.B.A.
Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires